FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- Comienzo esta columna felicitando a todos los maestros en su día, ya que su labor es invaluable en la sociedad y también porque en estos tiempos de crisis el tesón con el que la desempeñan es simplemente muy difícil de igualar por otros gremios.
Y es verdad, porque mientras muchos otros sectores de la sociedad simplemente se encerraron como en el caso de los impartidores de justicia o fueron forzados por el gobierno a detener sus labores como los comerciantes, industriales de los llamados no esenciales (dejando aparte la extracción de petróleo y los caprichos de este sexenio) o tuvieron que cerrar por falta de clientes como las industrias del turismo, restaurantera, de espectáculos así como muchos profesionistas independientes, los maestros siguen trabajando con las limitaciones y pese a las penurias que las circunstancias les imponen.
Así es, en el campo de la educación el show debe de continuar y continúa, aunque sea de manera virtual con las limitaciones que ello implica, pero con el afán de concluir de la mejor manera posible los cursos escolares.
Por ello es que debe de reconocerse el esfuerzo de todos los maestros mexicanos ya que, aunque pedagógicamente las condiciones en las que se ven obligados a trabajar debido al encierro decretado no son las mejores ya que nada sustituye a una clase presencial, brindan su mejor esfuerzo dando clases, mandando actividades y calificando exámenes a través de los medios digitales.
Y aquí es precisamente en donde viene pertinente reflexionar en porqué México en muchos casos es un país de oportunidades perdidas, tanto por la visión cortoplacista de muchos políticos como por las resistencias de muchos sectores a los cambios que bien pudieron ser positivos y en este caso me referiré al programa que fuera llamado Enciclomedia, el cual de haber seguido seguramente hubiera facilitado muchísimo las labores docentes en circunstancias como la que hoy vivimos.
Ya que ahora que se requiere la educación en línea, de contar con un programa como ese y por supuesto perfeccionado por el paso del tiempo, la penetración de la educación a distancia sería mucho mayor y habría muchas menos quejas de las que ahora se presentan debido al bajo acceso a la internet que hay en muchas regiones del país.
Y es que ese programa lo que pretendía era introducir la educación a través de la tecnología y ponerla a disposición de todos los alumnos de educación básica y media en el país y para ello se entregaban aparatos tanto a alumnos como a maestros en los cuales se cargaban información tanto de los libros de texto gratuitos como de una enciclopedia digital y así mismo se ponía información a disposición de los maestros para que la utilizaran en sus clases.
Claro, como todo programa innovador tuvo sus errores tanto de diseño como de falta de cobertura y hasta en contenidos, pero eran cosas que bien pudieron ser subsanadas con el paso del tiempo y conforme a la experiencia de los operadores del mismo, es decir maestros y alumnos.
Sin embargo y tal y como ahora pasó con otro programa exitoso de la misma época (el Seguro Popular) su vida fue acortada por un cambio de gobierno y los caprichos del gobernante en turno, sin siquiera pensar en la utilidad que podía tener a futuro, mas a diferencia del programa de salud, la vida de Enciclomedia no pasó del primer cambio de administración.
Y en este caso el villano de la historia fue Felipe Calderón, quien según Jorge Castañeda fue un político con miras provincianas y sin sentido de la modernidad, lo que se corroboró a lo largo de su gobierno en el que solo se dedicó a cumplir con las labores cotidianas del Ejecutivo sin tener programas ambiciosos como sí ocurrió con su predecesor.
Y así tenemos que en el primer presupuesto de la administración de Calderón se selló el destino de Enciclomedia al decretarse su muerte por inanición, ya que los recursos destinados al mismo se redujeron de una manera notable y con el paso de los años contenido y equipo quedaron arrumbados o hasta desaparecieron e incluso surgieron escándalos periodísticos de malos manejos de dinero con motivo de su liquidación.
Por lo que este programa desapareció tanto por la cortedad de miras del presidente como posiblemente también por las presiones del sindicato de los maestros, ya que no hay que olvidar que una alianza con la entonces lideresa del principal sindicato educativo en el país permitió la victoria electoral del primero y de alguna manera también forzó a una especie de gobierno de coalición en el que dicho sindicato tuvo un peso específico.
Después con Peña hubo un muy tibio intento de volver a empezar con la tecnología en las aulas al pretender dar computadoras personales a los estudiantes y ahora definitivamente el impulso a la tecnología en las aulas no es para nada relevante y no creo que lo sea en el futuro inmediato pese a la experiencia que estamos viviendo.
Mas la lección que nos deja la breve existencia de un programa como Enciclomedia es que debido a la peculiaridad de la monarquía que en cada sexenio se vive en la cual se sobrevalora el “estilo personal de gobernar” por sobre la continuidad de las políticas públicas es que se pierden muchos programas valiosos y con ello la posibilidad de mejorar de manera sostenida, ya que si se hubiera mantenido y corregido el programa de Enciclomedia, ahora que es necesaria la penetración de la educación a distancia la situación sería muy diferente, ya que como se dijo en líneas previas la intención del programa era buena y sí hubo fallos en su implementación, éstos eran susceptibles de ser mejorados tanto por la experiencia como por los avances tecnológicos.
Mas el error fue haberlo cancelado y ahora debido a ello la situación educativa es más complicada y sin embargo lo que siempre se agradece y ahora más que nunca es que pese a esa y otras dificultades, los verdaderos maestros continúan impartiendo clases.
Así que no resta más que decir de nuevo: ¡Felicidades maestros!
Twitter: @FelipeFBasilio