Por: Josué Corona Jiménez.- En plena crisis sanitaria por el coronavirus, las TICs y la digitalización (La digitalización es un proceso mediante el cual, algo real (físico, tangible) es pasado a datos digitales para que pueda ser manejado por una computadora…) juegan un papel de suma importancia para mitigar y prevenir los efectos negativos ocasionados por la pandemia.
Los diferentes sectores de la sociedad mas afectados, como son: la industria, la salud, la educación y la administración, solo por mencionar los más visibles y que se relacionan con la vivencia diaria de la ciudadanía.
Es claro que con la tecnología se pueden obtener mejores resultados en el aspecto de hacer frente a la situación de crisis, tanto para aminorar su propagación, como para mitigar y reducir sus impactos; esto aunado a la forma en que se utilicen las TICs y que está «orillando» a la población a adaptarse, aprenderlas y darles, quizá, un uso más productivo, así como creativo.
Con lo anterior es necesario comentar que existe un avance en el uso de las TICs y la digitalización de dos a tres años en tan solo tres meses de pandemia, ¿esto a qué se refiere? Y ¿por qué pasa esto?
Vamos a comentar algunas situaciones que han pasado en México y América Latina donde se habla del desarrollo y años avanzados en pocos meses, según distintos sectores de servicios y productos como el electrónico; más específicamente el digital, el comercial con el e-commerce (comercio electrónico) y la banda ancha que sería la cobertura y acceso a internet en Latinoamérica.
Como una situación contextual, el avance y uso de las TICs de un país se mide a través del uso de banda ancha (cobertura de internet); de esta manera se puede medir el desarrollo y crecimiento económico de un país o región de acuerdo con el acceso y uso de las TICs respecto a la brecha digital que existe.
Con lo anterior, el Banco Internacional de Desarrollo (BID), que “tiene como misión ayudar al desarrollo de la región y financiar los esfuerzos tendientes a mejorar la calidad de vida y reducir la pobreza y la desigualdad social en América Latina y el Caribe”, en su Informe anual del Índice de Desarrollo de Banda Ancha en América Latina y el Caribe, menciona que se midió la brecha digital en 26 países, donde se estima que existe correlación entre la adopción de tecnología de banda ancha y el crecimiento económico de un país. Según estudios del BID, incrementos de un 10% en la penetración y uso de banda ancha se asocian con incrementos de un 3.19% en el PIB (Producto Interno Bruto) y de un 2.61% en la productividad. Esto quiere decir que la banda ancha permite un mayor desarrollo y crecimiento tecnológico y económico de un país, así como el acceso en la enseñanza, la atención sanitaria y las oportunidades de empleo en los países que la utilizan.
La banda ancha desempeña un papel clave en la sociedad de un país, impactando el PIB, la conectividad, la productividad, atención oportuna en caso de la salud y el empleo.
Según Antonio García Zaballos, especialista principal en telecomunicaciones en el Sector de Instituciones para el Desarrollo del BID (líder de la iniciativa de banda ancha en el BID), hasta hace un mes, en plena crisis por el coronavirus, existía una penetración móvil cercana al 100% y un aumento en el uso de smartphones del 45% en América Latina, así como de Banda Ancha.
En México, Douglas Montalvo, director general de Adobe en México, señala que la pandemia del covid-19 en México sirvió para que algunas empresas implementaran su transformación digital a pasos agigantados, llevándolas a ser en solo tres meses lo que les hubiera llevado tres años; con esto nos referimos a que varias empresas se sumaron al mundo digital con la adquisición de paquetes o suscripciones a plataformas de gestión de negocios, de administración empresarial o de nube (ordenadores (servidores) conectados a Internet con discos enormes que pueden guardar archivos); las empresas ya tenían planeado el cambio a la digitalización en sus agendas, pero por la crisis del coronavirus esto se aceleró; el cambio de la empresas fue de un día para otro, lo cual ahora permite a los empleados trabajar desde casa; asimismo, el consumidor pasa a ser un consumidor 100% digital.
Cuando hablamos de transformación digital no solo nos referimos a la adaptación o el cambio espacial de la empresa a las plataformas digitales, sino a toda una serie de cambios a nivel macro de la misma empresa que exige un manejo de herramientas digitales, uso de dispositivos móviles por parte de los trabajadores para su apropiación de los mismos y, con ello, el aprendizaje permanente para realizar sus actividades diarias; con esto hablamos de un trabajo que se lleva acabo de forma remota y digitalizada.
Cabe agregar que, según Rodrigo Barrientos, fundador y director de Teed Innovación Tecnológica, en una entrevista realizada por Forbes México, aseguró que en México el e-commerce tendrá una aceleración de adopción equivalente a dos años, haciendo referencia a la situación de confinamiento por la pandemia y que nos obliga a hacer uso del e-commerce.
En la entrevista se mencionó una proyección en la que se acelera la curva de adopción de compras en línea que se esperaba hasta dentro de dos años, esto quiere decir que el coronavirus está acelerando la adopción de compras en línea al menos en México. De igual manera, aquellas personas que aún no pensaban comprar en línea se están viendo orilladas a hacerlo por las condiciones del encierro en el que se encuentran; pero esta adopción de compras en línea no es exclusiva para plataformas virtuales como Amazon, Mercado libre, eBay, sino también para las redes sociales donde los pequeños negocios están adaptándose a las condiciones de ventas y lo que estas conllevan, pensando en que sus negocios han cerrado por la situación de la pandemia. El uso de las TICs involucra el aprendizaje y apropiación de nuevos conocimientos, tanto de venta en línea como del uso de las TICs y plataformas digitales bancarias para poder hacer compras.
Ahora lo único que queda es pensar es: ¿cuánto tiempo va a durar este adelanto que depende enteramente del uso mayor o menor que la sociedad le dé? Pues debido a la cultura e idiosincrasia del mexicano, el gusto y rehúso de las personas por quedarse o salir de casa por la simple necesidad de convivir y, más aún, por la muy marcada necesidad infundida de comprar y tocar, no se sabe con certeza cuánto dure esta modalidad o si estamos 100% preparados para ella.
En la calidad de los servicios, al menos en México, sabemos que ciertos monopolios que brindan servicios de internet son pésimos, además, su cobertura es muy limitada (tecnología móvil celular) y, más aún, los costos que manejan son altos para sus clientes.
También nos cuestionamos si el beneficio empresarial con la digitalización y uso de las TICs es para todos o es para unos cuantos. Así como nosotros nos adaptamos a estas nuevas circunstancias de crisis, el capitalismo también lo hace, asechando desde nuevos horizontes que orillan al consumidor a comprar desde zonas de confort y de fácil acceso para que su consumo ahora ya no sea presencial, sino que se adapte y se acostumbre de manera digital donde puede hacerlo con un solo “clic” desde la computadora o el smartphone en la comodidad de su hogar.
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