Alejandro Ávila/Veracruz, Ver.- Después de la inspección ocular en el parque zoológico botánico «Miguel Ángel de Quevedo», y con fundamento en la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, se presentó una denuncia formal ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en contra de quien resulte responsable de los actos de maltrato, omisión de cuidados y negligencia médica, sobre los animales que se tienen ahí en resguardo.
La regidora del Ayuntamiento de Veracruz, Ileana Ramírez Domínguez, en compañía del médico veterinario, Alberto Ojeda Capella, destacó la importancia de darle seguimiento al tema, pues si bien el Ayuntamiento, días antes había acudido a limpiar el lugar, el problema data de varios meses atrás, y poco o nada se ha hecho por solucionarlo.
«Esta autoridad, la PROFEPA, al nosotros presentar la denuncia, ellos le dan seguimiento y en dado caso de encontrar una comisión de algún delito, esa autoridad da vista a la autoridad competente, para que en dado caso judicialice esos actos de maltrato», apuntó.
La edil panista detalló que durante el recorrido de supervisión hecho a principios de mes, se constató el abandono en el que se encuentra el zoológico municipal, así como la omisión de cuidados que existe en varias especies animales, siendo el caso más destacado el de la llama, la cual no presentaba síntomas de un adecuado cuidado médico.
Por su parte, el médico veterinario Alberto Ojeda Capella, resaltó el descuido de las instalaciones, donde señaló la falta de mantenimiento preventivo y correctivo del lugar durante mucho tiempo, siendo esto una probable causa de afectación a las especies animales que ahí habitan.
En ese sentido, expuso que durante el recorrido se encontraron con recipientes de agua vacíos y sucios, lo cual era señal de que no habían sido utilizados en días, a pesar de los intensos calores que hay en la ciudad, por lo que la hidratación de los animales, aparentemente es poca; en cuanto a la alimentación, comentó que no se pudo conocer a simple vista cual es la dieta que llevan los ejemplares, pues ninguno tenía comida en sus recipientes dentro del área de cautiverio.