Una de las lunas de Saturno, Encelado, es uno de los sitios en los que los astrónomos han puesto sus ojos como posible lugar donde haya vida fuera de la Tierra. Para descubrirlo, la NASA enviará un robot con forma de serpiente para explorar la superficie helada de esta luna. Esta tecnología se llama Exobiology Extant Life Surveyor (EELS).
La serpiente androide recorrerá Encelado, una de las 83 lunas de Saturno conocida por su superficie helada, que destaca por ser la más blanca y reflectante del sistema solar. El robot tiene la capacidad para recorrer espacios pequeños en el océano líquido debajo de la capa congelada de Encelado.
EELS utiliza una unidad de propulsión giratoria que actúa como una oruga, mientras que el mecanismo de agarre y la unidad de hélice le ayudan a acceder a una salida de ventilación del penacho.
Según la NASA, EELS es un “robot autopropulsado con forma de serpiente” hecho de segmentos con “primeras unidades de propulsión giratorias en su tipo” que le permiten agarrar superficies y moverse bajo el agua.
La esperanza es que la serpiente robot pueda deslizarse a través de los respiraderos en la superficie de Encelado para llegar al océano debajo. La adaptabilidad del robot a diversos terrenos y sus características únicas lo hacen capaz de explorar zonas antes inaccesibles.
Encelado se caracteriza por lanzar chorros similares a los de los géiseres, que expulsan vapor de agua y partículas de hielo de un océano subterráneo. Esto lo convierte en una pista prometedora para la NASA en su búsqueda de vida.
El misterio de Encelado
Encelado fue inspeccionada por primera vez en 1980 por la Voyager 1 de la NASA. En ese momento no fue un hallazgo tan emocionante. Sin embargo, entre 2005 y 2017, la sonda Cassini de la misma agencia recorrió el sistema de Saturno y estudió sus anillos y lunas de manera muy atenta.
Fue en ese momento cuando encontraron que debajo del hielo de Encelado había un océano relativamente cálido de agua salada. Cassini también vio que desde la profundidad líquida de este océano se libera metano hacia la superficie. El metano es un gas que, al menos en la Tierra, está fuertemente asociado a la vida microbiana. Eso hace pensar a los astrónomos que Encelado podría albergar vida extraterrestre.