El futuro de las misiones espaciales es a la vez prometedor y abrumador. La siguiente frontera claramente es la del planeta rojo, pero las misiones Artemis habrán de primero concretar con éxito la presencia humana permanente en la Luna. Con escenarios tan posibles en el corto y mediano plazo, no son pocos los que se preguntan cuáles deben ser las características de quienes abandonen la Tierra y experimenten el espacio como casi nunca nadie lo ha hecho en la historia.
La ciencia tiene claro que, al menos en buena proporción, las mujeres deben encabezar los esfuerzos. Un estudio publicado en Scientific Reports indica que las astronautas son, simplemente, más eficaces en la administración de recursos. Las mujeres astronautas requieren menos oxígeno, requieren menos energía y producen menos CO2.
No solo se trata de efectos directamente relacionados con el peso y la talla, sino que las mujeres también son más eficientes al realizar ejercicios para evitar la pérdida ósea que conlleva estar en el espacio. El dato duro es muy claro: las mujeres tienen hasta 29% menos pérdida de agua a través de sudoración durante una sesión de ejercicios que tiene como finalidad que astronautas pierdan lo menos posible de densidad ósea y, por lo tanto, no padezcan rápidamente atrofia muscular.
El estudio va más allá y contrasta en un ejercicio teórico los recursos necesarios para mantener una tripulación de cuatro astronautas varones y cuatro astronautas mujeres. Los datos utilizados corresponden a individuos astronautas ya registrados, de quienes fueron utilizados sus números de masa corporal y estatura. Desde luego, los recursos para mantener a flote a la tripulación de mujeres es menor. La tripulación de mujeres necesita 26% menos energía, 29% menos oxígeno, 18% menos agua para mantenerse hidratado y produce 29% menos CO2, según los estimados del estudio.
Mantener acotados los recursos necesarios en una misión es esencial. El estudio sugiere que los números citados más los cada vez menores diámetros de los módulos de hábitat espaciales arrojan una serie de ventanas operativas para equipos de astronautas conformados únicamente por mujeres