Francisco L. Carranco. – En los últimos meses, los residentes de Xalapa, Veracruz, han experimentado un aumento alarmante en el caos vial que afecta no solo la movilidad sino también la calidad de vida de la población.
Este problema se ha convertido en una amalgama de ineficiencia gubernamental, obras sin planeación y una saturación de vehículos que está llevando al límite la paciencia de los ciudadanos.
La ineficiencia de las autoridades viales ha sido una de las principales razones detrás de este desafío. La falta de coordinación y ejecución en la gestión del tráfico ha generado situaciones caóticas, especialmente durante las horas pico cuando los ciudadanos se dirigen al trabajo, negocios o llevan a sus hijos a la escuela.
La ausencia de estrategias efectivas para regular el flujo vehicular ha convertido las calles en un campo de batalla diario, por ahorrar tiempo y evitar llegadas tarde, afectando a miles de personas que dependen del transporte público y privado para llegar sus actividades cotidianas.
A este problema se suma la saturación de obras de beneficio social que, aunque impulsadas por el loable deseo de mejorar la calidad de vida de los xalapeños, carecen de una planificación adecuada.
Las calles están plagadas de proyectos que, aunque buscan el bienestar general, han desencadenado un colapso en la movilidad urbana, ya que cuando se inician las obras se cancelan los arroyos vehiculares se proponen vías alternas que la ciudadanía no conoce y en ocasiones se cambian los sentidos de circulación sin previo aviso, no hay agentes viales que orienten y, los ciudadanos en el afán de llegar al trabajo ocasionan los consabidos congestionamientos.
La falta de sincronización entre estas obras y las rutas de tráfico convencionales y la programación de los SEMÁFOROS han generado congestionamientos que podrían haberse evitado con una planificación más meticulosa.
El alcalde, Ricardo Ahued Bardahuil, en su esfuerzo por impulsar mejoras sociales, debe reconocer la importancia de coordinar estas acciones con una visión integral, a veces pareciera que no hay coordinación con la dirección de obras públicas y el pomposo departamento de movilidad urbana, para ejecutar las instrucciones del alcalde ¿será que no le hacen caso? O será necesario que el alcalde mande a su subordinado a atender el problema del congestionamiento vial.
La promoción de obras sin tener en cuenta su impacto directo en el tráfico vehicular solo contribuye al deterioro del tejido urbano y a la desesperación de los ciudadanos que sufren las consecuencias de este caos. Nos estamos volviendo ciudadanos impuntuales y neuróticos por el retraso que provocan los congestionamientos vehiculares.
Video del tráfico en la ciudad de Xalapa
Es esencial que las autoridades locales se embarquen en un plan de acción inmediato para abordar esta problemática. Se deben implementar medidas urgentes para mejorar la regulación del tráfico, proporcionar alternativas de movilidad eficientes y coordinar adecuadamente las obras en curso. Además, es fundamental involucrar a la comunidad en la toma de decisiones, garantizando la transparencia y la participación ciudadana en la planificación urbana.
La situación actual de Xalapa exige un enfoque integral que aborde tanto los problemas inmediatos como las causas subyacentes. La búsqueda de soluciones efectivas debe ser la prioridad de las autoridades y la comunidad en general. Solo a través de un esfuerzo conjunto y un compromiso serio con la mejora de la movilidad urbana se podrá restablecer el orden en las calles de Xalapa y devolver a los ciudadanos la tranquilidad que merecen en sus desplazamientos diarios. Como dice la teoria o el libro hay que usar el sentido común ¿que, no?
Suburbio 1
¿¿Y los motociclistas?? Uff, esos merecen otra reflexión y análisis aparte.