En el marco del 153 aniversario del natalicio de la Poetisa María Enriqueta Camarillo y Roa, se develó un retrato de la hija predilecta de Coatepec que fue colocado en la entrada del edificio que alberga al Museo de la Orquídea, como testimonio de ser la casa donde nació.
Con la presencia de integrantes del círculo cultural “Amigos de María Enriqueta”, quienes se han encargado de mantener vivo su legado, se efectuó este acto, al que asistieron conocidos promotores de la cultura y del turismo de Coatepec.
María Enriqueta, fue una gran escritora, sus obras se clasifican en cuentos, relatos de viajes, entre otros, con un estilo muy particular, caracterizados por su melancolía. Fue la primera mexicana en vivir de su actividad, siempre apoyada por su esposo.
Murió a los 96 años en la Ciudad de México, pero dejó una vastísima obra que consiste en 3 prólogos, 175 poemas, 117 cuentos, 75 artículos, 9 traducciones, varias novelas, composiciones musicales y diversos ensayos.
Oscar Espino Contreras, Director del Museo de la Orquídea resaltó que María Enriqueta es un gran personaje que dio un gran ejemplo.
“Sin María Enriqueta, la denominación de Pueblo Mágico hubiera sido más difícil, para quienes no lo saben, un Pueblo Mágico es la suma de todos sus componentes históricos, culturales, sociales, de su gente, de sus riquezas naturales. Por eso hay que sentirse orgullosos del lugar en donde estamos, cuidarlo, protegerlo y contribuir a que el legado de quienes nos antecedieron, siga vivo”, remarcó.
La poetisa, no solo representa el nombre de Coatepec, también a toda la nación y es por eso que es un personaje que vale la pena recordar, sobre todo su frase más emblemática: “A Coatepec, que es mi tierra”.