POR Francisco L. Carranco.- Como quisiéramos que el primer triunfo de la Guardia Nacional hubiera sido en Veracruz, una entidad necesitada, precisamente de seguridad y acciones contundentes contra el crimen, este mal que flagela severamente a la población y donde las autoridades policiacas están quedando al margen de poder resolverlos.
Por ello la urgencia para que, los destacamentos de esta nueva figura de protección ciudadana, entren en funciones en todas las ciudades veracruzanas que sufren los mayores índices de violencia e inseguridad, que necesitan apaciguar a las bandas criminales que han socavado profundamente la seguridad, vulnerando la tranquilidad de los ciudadanos.
No fue así, pero, la Guardia Nacional a cinco días de ser estrenada en sus funciones logra su primer triunfo, al desmantelar una red internacional de traficantes de personas que se especializaban en la trata de blancas y con fines de explotación sexual en el Municipio de Acuamanala de Miguel Hidalgo en Tlaxcala, con influencia en otros estados del país, principalmente, la frontera en Tamaulipas.
Los elementos de la Guardia Nacional que realizaron la aprehensiones coadyubaron con el tabajo de intelgencia de la Fiscalia General de la República y la Dirección de Investigación de la Policia Federal, de cuyo trabajo, se logró la liberaciónd de siete migrantes de nacionalidad hondureña, inhibiendo los objetivos criminales de ocho delincuentes vinculados a la red internacional de trata de personas que quedaron detenidos.
Esta acción de la Guardia Nacional es, quizás, una de las mejores noticias donde participan las autoridades federales y, que, en cumplimiento de su deber, logran la captura de delincuentes y los encierran, lo que quiere decir que estos elementos están para cumplir los trabajos con estrategia y decididos a ir detrás de los delincuentes.
Esta será, seguramente, la táctica que emprenderán contra la delincuencia para dar certeza a la sociedad, ya que antiguamente, por ejemplo, con la gendarmería y otros modalidades de policía que han surgido y desaparecido en el país, sólo se dedicaban a realizar rondines y presencia en algunos lugares, dejando que la actividad delictiva siguiera, dando oportunidad a los facinerosos de seguir delinquiendo en perjuicio de los ciudadanos, además de tolerar las vendettas y la guerra entre carteles, por los territorios de venta de drogas, mientras los policías permanecían encuartelados.
Obviamente, es el primer triunfo en una operación de inteligencia y cooperación con la Fiscalía y la misma Policía Federal, esto abre las posibilidades de que, cuando se tiene voluntad para perseguir el delito y a los delincuentes, la Guardia Nacional o la corporación que sea, Seguridad Pública Estatal, ministeriales o policía municipal, se pueden lograr buenos resultados.
Estos elemento que integran la Guardia Nacional, en su mayoría quizas, provienen de las policias militares tanto navales como del ejercito y están capacitados para el combate, obviamente, es la primera vez que se enfrentarán a un enemigo real, que aunque ha sido invisible, gracias a complicidades de la autoridad, funcionarios, políticos y sus mandos superiores, infiltración entre la tropa con cohecho y que, durante mucho tiempo, han operado al amparo de la corrupción de las corporaciones encargadas de la seguridad pública.
Pero, en palabras del Presidente AMLO, eso se terminó, los elementos de la Guardia Nacional es el último recurso para la pacificación y disminución de la violencia e inseguridad que priva en el país, acciones contundentes darán la confianza al Gobierno de que las cosas van bien y se podrá reactivar la economía, el progreso y desarrollo, ahora, contraído por la ola de actividades delictivas de alto impacto que la ciudadanía sufre sin respuestas positivas de la justicia
Por primera vez, un cuerpo militarizado en funciones de seguridad pública, es bien aceptado por la comunidad nacional, pero, dentro de esa aceptación, circunstancialmente, surge el malinchismo tradicional mexicano ese que está en contra de todo y a favor de nada, que deja entrever que es más importante que prevalezcan los secuestros, homicidios, robos, levantones, asesinatos, cobro de piso y un gran etcétera de delitos, que dar el voto de confianza a la Guardia Nacional para restituir la paz anhelada y recuperar el estado de derecho.
Apenas cinco días tiene la Guardia Nacional y se logró con éxito una primera operación contundente contra el crimen; en las ciudades donde se está instalando como Orizaba y Poza Rica se aprecia un “impase” de tranquilidad y siguen llegando al estado con gran expectativa, sobre todo, en aquellas ciudades donde el agobio por la inseguridad es latente y mayor.
Obviamente, los grupos antagónicos a la Guardia Nacional, no escatiman recursos y discursos para denostar su operación, incluida la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que señala los excesos de los Policías Federales, ejército y marina, pero, que ciegamente no ve los delitos impunes que deja el crimen organizado considerados ya como de Lesa Humanidad.
Los mismos policías disidentes e inconformes por la disciplina, lealtad, honor que un militar tienen con el país, arremeten contra la Guardia Nacional por asuntos de carácter laboral de los Policías Federales que en lugar de sumarse a la recuperación de la paz para el país, tratan de debilitar con un ambiente de confusión al ciudadano común y corriente y provocando una crisis política en la toma de decisiones de los mandos superiores de la nación.
La Guardia Nacional es Necesaria y urgente, es la última esperanza contra la barbarie impuesta por el crimen organizado; su operación es necesaria para que la tranquilidad regrese a las ciudades del país y reconstruir la sana convivencia.
Sin duda hay quienes ven la Acción de la Guardia Nacional como una Ley Marcial en la que puede haber mal trato, de estos elementos, contra ciudadanos y personas de bien, qué pasará entonces: que los ciudadanos obedezcan, por primera vez en muchos años, el bando de buen gobierno, respeten las leyes, normas y reglamentos, regresemos a atender la educación de nuestros hijos y tratemos de hacer las cosas dentro de la Ley; mientras la Guardia Nacional hace lo propio, dentro de las leyes, para perseguir el delito y a los delincuentes y devolvernos la tranquilidad y la seguridad.
Suburbio 1
Los 400 pueblos de día de campo enfrente, alrededor, arriba y debajo de la Fiscalía General del Estado, pero, pronto se irán de vacaciones…