Gabriela Lira/Orizaba, Ver.- Jóvenes que introducen bebidas alcohólicas y cigarrillos a la escuela, llevan un exceso de dinero o presentan conductas agresivas, son “el pan de cada día” que sufren los maestros, los cuales se sienten en una situación vulnerable ya que muchos padres no solo no toman los problemas de sus hijos con seriedad, sino que hasta se molestan.
Así lo señalaron docentes de secundarias de la zona al preguntarles la situación que se vive con los alumnos hoy en día, la cual consideraron es delicada, pues al llamar a los padres no saben siquiera con quién están tratando.
Refirieron que los paterfamilias no toman en cuenta que los jóvenes son presa fácil de la delincuencia y si se les llama y se les hace ver que sus hijos están llevando 500 o mil pesos, se niegan a aceptar que puedan estar en problemas.
Agregaron que también hay que tener presente que quienes delinquen tienen familias e hijos y, al llamar a un tutor para tratar algún conflicto no saben con quién están tratando y quizá la persona se pueda molestar porque sienta que lo están exhibiendo como mal padre.
Recordaron que hoy no se puede expulsar a un alumno, por lo que cuando se presentan casos de agresiones por parte de alguno, tienen que acordar con el tutor que si se presenta una situación similar de nuevo es mejor que se lo lleven a otra escuela.
Mencionaron que con los problemas que se viven a diario en las escuelas no se dan abasto, pero en los paterfamilias no están encontrando eco para atender las problemáticas que presentan los muchachos.