FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- Recientemente hemos sabido de dos masacres causadas por tiroteos en dos ciudades de Estados Unidos, la última de ellas en Dayton, Ohio y la anterior y que más caló hondo en México, por ser de acuerdo a las primeras investigaciones criminales perpetrada por un supremacista blanco antimexicano en El Paso, Tejas.
Pero más allá del motivo que cause dichas masacres, ya que siempre va a ser un loco que persiga cualquier tipo de fanatismo o de depresión personal, el meollo del asunto está en la permisividad que el sistema jurídico de aquel país tiene para que cualquier persona pueda poseer y portar un arma de fuego de la calidad que su bolsillo le permita adquirir, esto es que se pueden comprar cualquier tipo de armas, incluidas las de alto poder.
Estados Unidos de América es un país que destaca en muchas cosas positivas, ya que es la cuna de la democracia moderna, así como pionero del sistema económico liberal y ha encabezado muchas iniciativas en pro del respeto de los derechos humanos y así mismo de asistencia humanitaria.
Pero de la misma manera también ha destacado por ser un país con un alto nivel de barbarie en su población, ya que ahí encontramos gente con todo tipo de fanatismos y que por ello son capaces de hacer todo lo posible, incluso hasta matar para que prevalezcan sus ideas.
Y si a esto último lo aderezamos con el derecho constitucional que tiene toda persona en los Estados Unidos para poseer y portar armas, tenemos como resultado a uno de los países más violentos del mundo y eso se puede ver fácilmente tanto con las masacres que prácticamente todos los años ocurren en dicho país así como también en los múltiples casos que ahí se dan de brutalidad policial y como no va a ser así, si un policía nunca va a poder saber si a quien pretende detener para cualquier fin, se encuentra armado o no.
Y esto es así, porque la interpretación jurídica que ha dado la Suprema Corte de Justicia de aquel país a la segunda enmienda hecha a la Constitución Federal de los Estados Unidos de América es en el sentido de que cualquier persona tiene el derecho a poseer y a portar armas y que ningún ordenamiento legal estatal o federal puede restringir ese derecho.
Y digo la interpretación jurídica, porque el texto de la referida enmienda constitucional de 1791 va encaminado en otro sentido, ya que textualmente dice: “Siendo necesaria una milicia bien organizada para defender la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas, no será infringido”.
Como se puede leer, la finalidad de dicha enmienda era la defensa del incipiente país, el cual necesitaba que sus ciudadanos fueran organizados en milicias, los famosos minutemen, que eran cuerpos de infantería formados por ciudadanos armados debido a la escasez de soldados profesionales.
Mas ahora debido a los intereses económicos de los productores y expendedores de armas de aquel país, quienes son donantes importantes en las campañas para presidente, senadores y representantes, se tiene como resultado que la interpretación jurisprudencial que se ha mencionado y como resultado de ella el que cualquier persona pueda comprar un arma en aquel país y hasta se dice que en Estados Unidos es más fácil adquirir un arma de fuego que una cajetilla de cigarros.
Incluso en Tejas, el estado en donde ocurrió la masacre de El Paso, van a entrar en vigor diez nuevas leyes que van a flexibilizar más la posesión de equipo bélico, y así tenemos que a partir de esa fecha no habrá restricciones para que los maestros acudan armados a las escuelas, o para que una persona pueda estar armada en un templo religioso o en una casa de acogida o incluso hasta se va a poder llevar un arma mientras se evacua de una emergencia declarada incluso si no se cuenta con una licencia válida para su portación.
Con lo anterior vemos como las autoridades estadounidenses que para muchas cosas son muy listas, en el caso de las armas ceden ante los intereses económicos que hay detrás de ellas y pretenden resolver el problema de los tiradores locos armando a más personas o sea aumentando el ya de por sí muy lucrativo negocio de la producción y venta de armas, en lugar de cambiar de una vez por todas la constitución y prohibir la libre portación de armas.
Y el gobierno norteamericano siempre dice al respecto de cada masacre que la condena, que se debió a tal o cual locura o como dice Trump que la culpa la tienen los videojuegos, mas nunca se refiere a que el problema está en la legalidad de la posesión y portación de cualquier tipo de arma por parte de cualquier persona, el cual es el verdadero problema en aquel país.
Ya que mientras en Estados Unidos de América se sigan vendiendo todo tipo de armas a cualquier persona, el problema seguirá aumentando y así hoy el asesino fue un supremacista blanco, mañana lo podrá ser una persona homofóbica y pasado alguien que odie a la Coca Cola o a cualquier otra empresa; pero mientras tengan al alcance de sus manos las armas necesarias para lograr sus fines las matanzas irremediablemente continuarán, ya que locos siempre va a haber pero no es lo mismo un loco desarmado que uno equipado con un arma de alto poder.
Twitter: @FelipeFBasilio