Si se trata de la historia sobre cómo los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes vencen a los Baltimore Ravens de Lamar Jackson, parecen incontables.

En el partido inaugural de la temporada regular del 2024 de la NFL, los elementos de la narrativa incluyeron un pie del ala cerrada Isaiah Likely fuera del campo por menos de una pulgada, en lo que hubiera sido el touchdown que podría haber enviado el partido a la prórroga cuando se había agotado el tiempo reglamentario; dos touchdowns de más de 20 yardas en el primer partido profesional oficial del receptor abierto novato Xavier Worthy, uno por aire y uno por tierra; y un promedio de apenas 3.5 yardas por acarreo en los 13 intentos del debut de Derrick Henry con Baltimore; entre otras cosas.

En el pasado, la trama se ha ido definiendo con jugadas como el touchback de Zay Flowers cuando estaba a punto de cruzar la línea de gol, un pase de anotación de 2 yardas al tackle ofensivo Eric Fisher, y un encuentro con tres conversiones de 2 puntos fallidas para los Ravens.

El final del cuento parece ser siempre el mismo: los Chiefs vencen a los Ravens. En la era Mahomes-Jackson, solamente uno de seis encuentros ha tenido un final feliz para Baltimore: el 19 de septiembre del 2021, en casa de los Ravens, ganaron los locales 36-35 un partido en el que dos anotaciones terrestres de Jackson en el cuarto periodo –los únicos puntos en el periodo– sirvieron para concretar la remontada.

Fuera de esa excepción, han sido los pupilos del head coach Andy Reid los que terminan festejando, sin importar si el escenario es Arrowhead Stadium como esta noche, o M&T Bank Stadium, como ocurrió en el pasado Juego de Campeonato de la Conferencia Americana.

Esta noche, en casa de los campeones defensores del último para de Super Bowls, los Ravens no jugaron de modo perfecto, pero tampoco fueron terribles. Jackson corrió para más de 100 yardas en un partido por ocasión N° 14 en su carrera de NFL, lanzó para 273 yardas con un touchdown sin intercepciones, y perdió un balón suelto. Henry anotó por tierra en su primera aparición con el uniforme púrpura de los Ravens, y la defensiva de Baltimore interceptó un envío a Mahomes, cortesía de Roquan Smith.

Sin embargo, los Ravens también fueron penalizados con siete castigos para 64 yardas, incluyendo múltiples pañuelos por formación ilegal, y golpes fuera del campo sobre Mahomes que mantuvieron en marcha a los Chiefs. Por si fuera poco, Justin Tucker –discutiblemente, el mejor pateador en la historia de la liga– erró una patada de 53 yardas en el primer medio. En las dos series previas al yerro de Tucker, los Ravens habían entregado el ovoide por medio del balón suelto de Jackson, primero, y en intentos, después.

Kansas City no jugó perfecto, ni tampoco lo hizo Mahomes. Pero, los Chiefs hicieron las jugadas necesarias para mantener sus ánimos arriba y los de la defensiva abajo, asegurando el momento del partido durante la mayor parte de la noche.

Isiah Pacheco, por ejemplo, mantuvo vivo un acarreo que culminó el primer intento, rodando sobre la espalda de un rival, cuando parecía haber sido detenido en primera instancia corto de la marca.

El propio Mahomes atrapó providencialmente un pase propio, desviado por el linebacker Trenton Simpson, entre el propio Simpson y Odafe Oweh, cuando parecía más probable que el balón fuera interceptado o, al menos, cayera incompleto. La recepción de Mahomes aseguró que el reloj continuara su marcha en la recta final del último periodo, y Kansas City no necesitó despejar el ovoide hasta después de la pausa de los dos minutos, robándole segundos valiosos a los Ravens para su intento de remontada.

Los Chiefs tienen en la mira una tajada enorme de historia: buscan convertirse en el primer equipo en la era moderna del juego en conquistar el título de la NFL en tres temporadas consecutivas, algo que solamente han logrado los Green Bay Packers –en dos ocasiones– cuando el juego parecía un deporte distinto.

Arrancar la temporada recibiendo al cuadro que, de acuerdo a múltiples observadores, representa el mayor obstáculo hacia otro Trofeo Vince Lombardi, parecía un riesgo mayúsculo para los Chiefs… hasta que la historia terminó por imponerse, con el resultado de casi siempre.

No fue una victoria sencilla; Kansas City sudó hasta el final, y si Likely hubiera calzado un número menos, posiblemente el partido se hubiera ido al alargue, con Baltimore recuperando el momento. Lo cierto es que a los Ravens les ha eludido el antídoto para Mahomes y los suyos.

Pero, ahora parece que no pudo haberse escrito un mejor comienzo para el libreto de la nueva temporada de los Chiefs. Han superado satisfactoriamente una de sus pruebas más difíciles del año, si no es que la más, y ahora cuentan con días adicionales para preparar su próxima salida, un complicado examen ante los Cincinnati Bengals de Joe Burrow, también en Arrowhead, en la Semana 2.