El buen paso merece continuar. La buena marcha de un gobierno da tranquilidad a los gobernados, que, a su vez, refrendan y respaldan a sus representantes. En el Congreso de Veracruz puede verse la buena actuación de mujeres que han asumido con seriedad su compromiso con la población. Es el caso de Rosalinda Galindo Silva.
Mujer xalapeña, de carácter alegre y charla amena, la Diputada del Distrito X, Xalapa I, se ha desempeñado al frente de la Comisión de Hacienda del Estado, como secretaria de las comisiones de Justicia y Puntos Constitucionales y para el Seguimiento a la Problemática de la Desaparición de Personas en el Estado de Veracruz y vocal de la de Turismo.
En los más de dos años de la presente legislatura, Rosalinda Galindo se ha mantenido atenta a las necesidades que sus representados le expresan tanto en sus recorridos por las colonias de la ciudad como al acudir a sus oficinas. Sabe que la cercanía con el pueblo es indispensable y esencial para quien sirve al pueblo desde el gobierno.
Ha sabido, además, ser la voz de quienes han sido ignorados por los gobiernos pasados. Ha hecho uso de la voz desde la tribuna para hacer efectiva la consigna de que las clases olvidadas deben hoy más que nunca ser escuchadas. Rosalinda Galindo ha sabido ser el enlace entre un pueblo necesitado de respuestas y un gobierno sensible y cercano.
Su capacidad de gestión ha quedado manifiesta en favor de quienes habían esperado por años contar con servidores públicos y representantes honrados, con trayectoria limpia, salidos de la misma ciudadanía y, por lo tanto, conocedores de los grandes problemas y dificultades que enfrentan hombres y mujeres en el día a día en su ciudad.
Los xalapeños, hombres y mujeres, ya saben que cuentan con Rosalinda Galindo. Ya conocen su compromiso, su labor; saben de su trayectoria limpia y de su interés por los problemas que necesitan mayor atención. La próxima legislatura local necesita dar continuidad a la transformación que ya comenzó. A Xalapa le conviene.