Sergio Ramírez- Orizaba, Ver.- A seis años de recibir por parte de una cardióloga del IMSS un mal tratamiento que ha cambiado su vida, Elisa Jetzabel Morgado Huesca no sólo no ha tenido justicia, sino que su abogada ha tenido que recurrir a un amparo ante la Fiscalía para que se revise su caso.

La joven, actualmente de 29 años, explicó que en el 2018 ella realizaba su servicio social en el Hospital Regional de Río Blanco (HRRB) cuando empezó a padecer desmayos y sentirse mal, por lo que le hicieron ahí mismo algunos estudios y la enviaron con un cardiólogo en Orizaba, quien le mandó a realizar otros estudios y le dijo que tenía un bloqueo de primer grado, por lo que requería de un estudio electrofisiológico.

Ese estudio, comentó, no lo hay en Veracruz, por lo que el procedimiento era hacer el envío de su caso a Veracruz, Puebla y la Ciudad de México, para que los dos primeros dieran negativa, tras lo cual recibieron la negativa de Puebla, pero no hubo negativa de Veracruz, sino que le dieron cita en enero del 2019.

Refirió que al acudir la atendió una cardióloga que la hizo repetir todos los estudios y ya no le dio envío a la Ciudad de México, sino que le dijo que le tenía que poner un marcasos porque el bloqueo que tenía lo ameritaba, por lo que aceptó la colocación del marcapasos y a finales del 2019 se lo pusieron.

Agregó que en la cirugía le fue muy mal porque la anestesia local no le hizo efecto y todo el tiempo estuvo gritando por el dolor y le dejaron el marcapasos apagado.

Posteriormente la reprogramaron para prender el marcapasos, pero aún con éste, siguió teniendo desmayos y comenzó a tener taquicardia, lo cual no le pasaba antes.

Señaló que desde entonces se ha seguido sintiendo mal y ha estado hospitalizada en Cardel, en Veracruz, y al ver la cardiología que seguía con síntomas entonces ya hizo el envío a electrofisiología en la Ciudad de México, en donde le hicieron varios estudios, pero el de electrofisiología, que era para ver qué terminación nerviosa está dañada en el corazón, no se lo pudieron hacer por el marcapasos.

Elisa indicó que debido a que la cardiologa se jubiló y a ella comenzaron a enviarla con otros cardiólogos que sólo experimentaban con tratamientos y seguía sintiéndose mal, optó por recurrir a un cardiólogo particular que es quien la ha mantenido estable hasta cierto punto.

Resaltó que a pesar de que puso una queja por negligencia en su caso, hace unos meses le llegó una contestación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) de que todo su procedimiento había estado correcto y que habían valorado que ella estaba bien, cuando nunca fue llamada a traer y se basaron en las notas médicas de altas que le daban luego de estar hospitalizada.

Agregó que ante ello su abogada metió una queja ante la Comisión de Derechos Humanos y contra la Fiscalía para que se reabra la investigación y como resultado la llamaron hace unos días para hacer una conciliación con el IMSS, por lo que espera una buena respuesta.

Elisa mencionó que con la reapertura de su caso confía en que pueda resarcir, por lo menos, el tiempo perdido.