FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- En la pasada colaboración empezamos una confrontación entre lo que dispone la constitución en relación a las facultades y deberes del presidente de la república y la manera en que actúa la persona que hoy en día ocupa tal cargo y se hizo un énfasis especial en la forma en que López está incumpliendo con lo que juramentó el día que tomó posesión del cargo.
Para ello realizamos un análisis del juramento que se encuentra en el artículo 87 de la Carta Magna, mismo que resume tanto las obligaciones del presidente como lo que la nación espera de él, ya que lo obliga a: Guardar y hacer guardar esta constitución y las leyes que de ella emane, a desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la república, mirando por el bien y prosperidad de la Unión y si así no lo hiciere, la nación se lo demandará.
Así mismo, vimos con ejemplos cómo López no ha cumplido con las dos primeras partes de dicho juramento, ya que no ha cumplido ni tampoco ha hecho cumplir la constitución, ni mucho menos ha desempeñado con lealtad y patriotismo el cargo de presidente de la república; quedando pendientes para esta ocasión los dos últimos elementos de la protesta constitucional que rinden los presidentes de la república al iniciar su encargo.
Siendo estos los siguientes:
3) Mirando por el bien y prosperidad de la Unión: lo cual quiere decir que quien juramenta se compromete a actuar buscando lo mejor para todo el país, haciendo especial énfasis en el bienestar material de los gobernados.
Aquí vemos que el actuar de López como presidente dista mucho de lo que se comprometió al iniciar su cargo, ya que como nos hemos dado cuenta, no ha buscado ni el bien ni tampoco la prosperidad de la Unión.
Pero vayamos por partes, mirar por el bien de la Unión significa buscar lo mejor tanto para el país como unidad nacional en un sentido amplio como también significa buscar lo mejor para la federación (unión de estados) en un sentido más restringido.
Y así tenemos que al recortar y/o cerrar programas que verdaderamente hacían algo por las personas más desfavorecidas, como lo fue el Seguro Popular, ya que no hay que olvidar que el sistema de seguridad social mexicano es de los más discriminatorios que existen el mundo, ya que solo protege a quienes son empleados del sector público o privado con un costo principal a cargo de los empleadores, pero deja sin cobertura a quienes no reúnen esa condición y en esa categoría no solo se encuentran los grandes empresarios, sino que también está cualquiera que trabaje por su cuenta, desde emprendedores hasta quienes trabajan en la economía informal y la gran mayoría de esas personas no cuenta con recursos para financiar una enfermedad grave.
Con el Seguro Popular en la mayoría de los casos, esas personas encontraban una atención a muy bajo costo en relación a padecimientos graves y al destruirlo de un plumazo, el presidente miró por el mal de la Unión en el sentido amplio que comentamos.
Con la pandemia y el sector salud sucedió exactamente lo mismo, ya que los presupuestos para la salud cada año y pese a las calamidades que conocemos, bajan en grandes proporciones en relación a los que se ejercían en anteriores gobiernos y así tenemos como resultado que el país padece de una gran crisis sanitaria que se traduce en enormes cantidades de muertes, tanto por Covid como por enfermedades que antes estaban más controladas y lo peor es que muchas de esas muertes se debieron a la falta de insumos para que los hospitales pudieran atender a los pacientes y eso sólo es culpa del criminal recorte presupuestal ordenado por el presidente y que igual que el anterior caso solo mira por el mal de la Unión.
Otro de los temas en los que el presidente ha estado muy lejos de mirar por el bien de la nación es el de la seguridad, ya que hizo un pacto con el crimen organizado que consiste en no atacar y cuando lo llegó a hacer tuvimos la famosa batalla de Culiacán y la consecuencia de todo ello es el brutal incremento de asesinatos relacionados con el crimen organizado que año con año en esta administración se está dando y de igual manera tenemos a la mayor parte del país controlada por esas bandas criminales que lo mismo trafican drogas, gentes, hidrocarburos, mercancías robadas e incluso hasta ponen candidatos para puestos de elección popular.
Y así, queridos lectores en cada rubro que le corresponde atender a la administración pública encontraremos más retrocesos que avances en lo que va de esta administración, busquen el ejemplo que les guste y verán que por desgracia es muy cierto lo aquí dicho.
En cuanto al sentido estricto de mirar por el bien de la Unión que es hacerlo por el pacto federal, vemos como ahora ya ni siquiera eso respeta, el caso de la intromisión anticonstitucional en relación al gobernador de Tamaulipas es el más claro ejemplo de que al presidente López le vale “sombrilla” la constitución y si él dice que está desaforado, desaforado está y suelta a todos sus esbirros para acorralarlo, aunque constitucionalmente no pueda hacerlo.
Les comento que el caso del gobernador de Tamaulipas es muy fácil de entender en materia constitucional, al señor la Fiscalía General de la República le imputa formalmente un solo delito que es el no haber enterado al fisco de la venta de un inmueble, por ser tiempos electorales al presidente se le ocurrió que había que desaforarle y juzgarlo en este momento y mandó a sus diputados federales a retirarle el fuero constitucional, lo cual ni tardos ni perezosos lo hicieron pero se toparon que por tratarse de un funcionario local, la última palabra en relación al posible desafuero la tenía la legislatura estatal controlada por diputados afines al gobernador, quienes también ni tardos ni perezosos lo protegieron y decretaron que no procedía el desafuero, el asunto lo conoció un ministro de la Corte quien resolvió que el efectivamente el desafuero no procedía por ser en última instancia competencia de la legislatura estatal, determinación que puede ser revisada ya sea por el pleno o por una sala de la corte.
Constitucionalmente es irrelevante si el gobernador cometió el delito que le imputan o no, lo que importa es la soberanía del estado y la intromisión ilegal que por capricho del presidente quieren hacer las autoridades federales al pretender detener a un gobernador con inmunidad constitucional y que sólo los legisladores de esa entidad le pueden retirar y peor aún resulta que ese gobernador sale del cargo el año que entra, lo cual demuestra que solo se trata de que sepa el mundo entero que la voluntad del presidente debe de cumplirse, aún saltándose las normas supremas que tutelan el pacto federal, ya que un buen investigador es paciente y en lugar de forzar órdenes de aprehensión espera a que su objetivo salga del cargo y mientras perfecciona su investigación.
Esos son algunos ejemplos para demostrar que López no ha cumplido con el juramento que hizo en relación a “mirar por el bien de la Unión”; en una próxima colaboración, abordaremos la parte de la prosperidad y la demanda que la nación debe de hacer.
Twitter: @FelipeFBasilio