FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- El gobierno mexicano actual por regla general desprecia las relaciones exteriores y solo hace uso de ellas frívolamente para crear falsas polémicas con la finalidad ya sea de desviar la atención sobre la pésima política interna que desarrolla o para cubrir las ilegalidades que comete al mismo tiempo.
Claro ejemplo de ello fue ese sainete de las disculpas que López pretendió recibir por parte del rey de España en relación a la conquista cuando lo que buscaba era tapar los primeros atropellos de su administración.
Y ahora que las cosas se le han puesto mucho más complicadas, recibe un regalo como caído del cielo, es innegable que López es un hombre que siempre ha corrido con mucha suerte, y ese regalo es el depuesto presidente de Bolivia a quien sacó de su país para darle asilo (vacaciones pagadas) con un gran despliegue de recursos y de personal que se supondría que no hay en estos tiempos de “austeridad republicana” y por supuesto con una gran novela sobre las peripecias del escape y acerca de la heroicidad de su huésped.
Sin embargo, todo esto no es más que una gran farsa que le viene como anillo al dedo al gobierno para desviar la atención de su fracaso en la seguridad y del atraco que cometió en la CNDH y del que va a cometer en el INE.
Pero para comprender mejor la farsa veamos lo que en realidad ha sucedido en Bolivia y lo que sucedió en el antiguo Alto Perú fue que la gente simplemente se cansó de tener como presidente a Evo Morales quien llevaba casi 14 años en el poder y a toda costa quería continuar otros cuatro años más.
Lo cual se demuestra con los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 en el cual se propuso a la población la reforma a la constitución que el propio Morales había promulgado con la finalidad de que el presidente y el vicepresidente se pudieran reelegir a pesar de que esa constitución establece que solo se pueden reelegir una vez, la cual ya habían agotado, ganando la opción del “No” y como en democracia no pudo Morales no pudo lograr su cometido acudió a su Tribunal electoral el cual lo habilitó como candidato aduciendo que era “un derecho humano” el presentarse a la reelección y así fue como antidemocráticamente se presentó a las elecciones de este año y en las cuales aunque tenía una ventaja no podía evitar la segunda vuelta y para tratar de evitar ese balotaje en el que se iban a unir todos sus opositores y seguramente lo iban derrotar, orquestó un fraude mismo que fue descubierto por la OEA, instancia internacional que fue convocada para auditar los resultados electorales ante la intensa presión de que había un fraude.
Y ante ese escenario en un principio Morales intentó apaciguar los ánimos diciendo que se iban a reponer las elecciones mas eso ya no fue aceptado y ante las presiones populares tuvieron que renunciar él y casi todos los funcionarios afines a su gobierno para dar paso a un gobierno interino que organizara las elecciones.
Mas la raíz del asunto está en que la gente de Bolivia ya no lo quería más tiempo en el poder y eso está demostrado con los resultados del referendo de 2016 y con ello se caen todas las teorías de conspiración a la que los izquierdistas son muy aficionados.
Siendo una de ellas el que Estados Unidos intervino por el litio o cualquier otro mineral de los que Bolivia tiene en su territorio, la cual es por no decir otra cosa: muy fantasiosa, ya que tal y como ocurrieron los hechos en ese país no es la manera en la que suele operar Estados Unidos, sino que más bien éstos se asemejan a la primavera árabe en la que la población presionó a sus dictadores para abandonar el país o incluso a la caída del muro de Berlín en la que sucedió lo mismo en los países de Europa del este.
Y siendo otra, la más ridícula de ellas y que es sostenida solo por México, por el gobierno de facto de Venezuela y por Cuba de que se trató de un golpe de estado, cuando ni siquiera el mismo Morales lo designó así en un principio, ya que él dijo que se trataba de un golpe político, cívico y policial (o sea un consenso) para que se fuera de una vez por todas y que las fuerzas armadas solo le sugirieron que ya era hora de irse mas en ningún momento se rebelaron o atentaron contra su persona y por experiencia se sabe que cuando hay un golpe de estado las cosas son muy diferentes y lo más seguro es que no hubiera salido del país como lo hizo y menos a instancias de un país que con su actual gobierno tiene poco peso internacional como lo es México.
Y hablando de México, su gobierno aprovechó la ocasión para organizar una gran farsa tanto por medio de declaraciones de las autoridades como con el aparatoso traslado del “huésped distinguido “ en un avión de lujo y con muchas peripecias a lo largo del recorrido para que éste una vez llegado a su destino vacacional fuera paseado por la Ciudad de México en limosinas custodiadas nada más y nada menos que por elementos del supuestamente desaparecido Estado Mayor Presidencial, es decir tiene unas vacaciones pagadas por el pueblo mexicano que como dijera López: ni el mismo Obama las podría tener y eso sin contar el hospedaje, las comidas y demás diversiones que forman parte del plan todo incluido que le regaló su amigo López.
Y todo esto se hizo con gusto para desviar la atención de los asuntos graves que ocurren cotidianamente en nuestro país, en donde siguen las manifestaciones a todo lo que dan, se desbarató a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos poniendo a una persona que no sabe mucho que digamos del tema pero que es muy amiga del presidente y la que se impuso por medio de un presunto fraude electoral al interior del senado, con traición artera por parte de Morena que prometió reponer la elección para que los opositores retiraran su plantón y una vez que lo consiguieron tomaron la protesta a la designada incluso con las burlas de su coordinador y al prestarse a ello la dudosa presidente de la CNDH traicionó la lucha y los principios de su madre.
En resumen, el gobierno hizo una gran farsa con lo de Evo morales para desviar la atención sobre su abuso y malos modos frente a sus opositores y sobre los órganos autónomos y así mismo frente a su incapacidad manifiesta para controlar al crimen organizado.
Así que queridos lectores la farsa de Evo es muy divertida, pero hay que mirarla solo con un ojo y no hay que despegar el otro de la descomposición del país que se está llevando a cabo bajo el estandarte de una “transformación”
Twitter: @FelipeFBasilio