FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- Antes que nada, queridos lectores les deseo un feliz inicio de año y de década y que en ambos casos sean cumplidos todos los objetivos planteados y lleguen muchas cosas buenas para todos ustedes.
Sin embargo, las malas noticias no dejan de llegar y ahora nos encontramos con una que, aunque todos la sabemos, ahora fue medida de manera profesional y los resultados son desastrosos para México como país.
Y es que según el Índice Global de Impunidad México 2018 publicado por el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad A.C.) y la Universidad de las Américas de Puebla, México se encuentra con unas tasas de impunidad tan impresionantes que hasta a la persona más optimista dejan anonadada.
Pero antes de comentar algunos puntos de este estudio es bueno recordar que la impunidad es la falta de persecución penal por parte del Estado en contra de quien o quienes cometen un delito y que se produce tanto por la incompetencia y/o corrupción de los cuerpos policiacos, así como por la corrupción o incompetencia de las autoridades encargadas de la procuración de justicia, es decir las fiscalías.
Y esto es tan común y sabido por casi todos los mexicanos que es ocioso preguntarle a alguien que fue víctima de algún delito si tiene la intención de denunciar el hecho ante las autoridades competentes, ya que la respuesta casi unánime es que NO, porque se van a hacer muchos trámites y a dar muchas vueltas sin llegar a ningún resultado satisfactorio para la víctima.
Tan es así que estoy seguro que la inmensa mayoría de ustedes si han sido víctimas de algún atraco o conocen a alguien que lo haya sido, han pensado o escuchado por parte de su conocido exactamente lo que referido en el párrafo anterior.
Pues bien, esa situación ha sido medida como periódicamente se hace y la última entrega del estudio arroja como resultado que la impunidad en México es tan alta que es el cuarto país del mundo con mayor impunidad y por supuesto que es el país líder en impunidad en el continente americano.
El estudio toma como indicadores diversos índices para arrojar los resultados que estamos comentando, siendo esos índices la llamada cifra negra que ronda el 93.71% de delitos cometidos que no son denunciados, así como la llamada “cadena de impunidad” que consiste en medir las cantidades de delitos denunciados, de carpetas abiertas por las fiscalías, de procesos abiertos en primera instancia, de procesos terminados y de sentencias dictadas para hacer una comparación entre esas cifras y así saber la efectividad de las instituciones que procuran e imparten justicia.
Y así tenemos como ejemplo que en Veracruz se iniciaron cerca de 45,500 carpetas de investigación de las cuales solo cerca de 3,000 llegaron ante un juez de control y de esos cerca de 3,000 procesos, solo 148 alcanzaron una sentencia, nos damos un panorama del nivel de impunidad que hay en una de las entidades más pobladas del país.
Es decir, de cerca de 45,500 veces que una víctima se acercó a denunciar un delito solamente en 148 casos se alcanzó a conocer la verdad jurídica o sea en un porcentaje ridículo y eso sin tomar en cuenta que la cifra negra para entidad es de 94.81% (porcentaje de delitos no denunciados).
Así mismo también se evalúan otros aspectos como el número de jueces y fiscales por habitantes y tenemos datos tan dramáticos como que existen 3 fiscales por cada 100,000 habitantes en el estado, cifra por cierto demasiado baja y más aún en relación a la cantidad alta de jueces que existen en comparación a la de fiscales y como es sabido la carga de trabajo es mucho mayor en las fiscalías que en los juzgados y tribunales.
Y si a ello le sumamos que a alguna o algunas mentes brillantes se les ocurrió a nivel federal reducir el presupuesto a la investigación criminal y que en Veracruz también se les ocurrió mover a todos los fiscales de golpe, abandonado sus carpetas y peor aún sin tener quien los sustituya, ejemplo de ello se ve en la Unidad integral de Procuración de Justicia de Jalapa en donde más de la mitad de las fiscalías se encuentran sin titular y las carpetas regadas entre los pocos fiscales que están laborando sin naturalmente darse abasto para atender a todos los justiciables que acuden a ver sus casos.
Ante esa situación y con datos tan contundentes vemos que los gobiernos actuales en lugar de buscar mejorarla situación, la empeoran con sus decisiones caprichosas y por ello la impunidad es y seguirá siendo la verdadera reina de México.
Twitter: @FelipeFBasilio