• Participa en el Foro 17 “Sustitución del INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas”, en el marco del Parlamento abierto para la Reforma Electoral en la Cámara de Diputados
Más allá de un cambio de reglas o de nombre, el Instituto Nacional Electoral (INE) “no necesita refundarse, transformarse a fondo, ni mucho menos suprimirse o, peor aún, desaparecer”, afirmó el Consejero Presidente Lorenzo Córdova Vianello.
Tanto el INE como el sistema electoral en su conjunto funcionan, aunque pueden mejorarse, dijo, por lo que sugirió que “para evitar un retroceso sería muy importante preservar su autonomía constitucional, su carácter ciudadano, su Servicio Profesional Electoral, su estructura nacional y distrital que le permite un despliegue territorial importantísimo y su papel de custodia y administración del Padrón Electoral”.
En la Cámara de Diputados, al participar en el Foro 17 “Sustitución del INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas” como parte del Parlamento Abierto para la Reforma Electoral, Lorenzo Córdova ofreció a las y los diputados la colaboración del INE para allegarles toda la información que sea necesaria pues “una buena reforma parte de un buen diagnóstico y un buen diagnóstico es imposible si no hay datos ciertos”.
Ante el presidente de la Junta de Coordinación Política, Rubén Moreira; el vicecoordinador de la fracción de Partido Acción Nacional, Jorge Triana; el coordinador de Morena, Ignacio Mier; diputadas y diputados, sostuvo que una reforma electoral “no es necesaria, indispensable, ni mucho menos urgente” si se atiende la evidencia de los procesos electorales realizados en los últimos ocho años.
Lorenzo Córdova analizó el tema de la reforma con una mirada retrospectiva en la que recordó que el sistema electoral es resultado de una línea evolutiva desde la reforma de 1997 a la del 2014 “y no es producto de un solo hecho o de un episodio fortuito.”
Al participar junto con ponentes como el Magistrado Armando Maitret Hernández; el catedrático Marco Antonio Baños; el Consejero Presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana de Chiapas, Oswaldo Chacón Rojas; el ensayista Arturo Martínez Nateras, el periodista Eduardo Huchim; el funcionario de la FEPADE, Gerardo García Marroquín; la profesora de Derecho de la Universidad de Arizona Stefanie Lindquist y el experto en materia electoral Dong Nguyen; el Presidente del INE reiteró que el sistema electoral funciona y funciona bien.
“Si no se logran los consensos para una reforma en esta legislatura, no se afectaría el funcionamiento de nuestra democracia, nuestro sistema electoral no estaría en riesgo y podríamos ir, sin duda, a las elecciones de 2023 y 2024 con las reglas que hoy tenemos que nos generan resultados legales y legítimos”, aseveró
Comparó que mientras el IFE organizó 18 elecciones federales, el Sistema Nacional de Elecciones ha organizado 330 procesos electorales federales, locales, ordinarios, extraordinarios, de participación ciudadana, etcétera. “Y todo ello sin conflictos poselectorales graves, con litigio, sin dudas que se atendieron en los tribunales conforme a los procedimientos previstos en las leyes y, por cierto, con niveles inéditos de alternancia”.
Tres condiciones básicas de una reforma electoral
Una reforma electoral siempre será pertinente, subrayó Córdova, pero para ello deben cumplirse tres condiciones básicas: que maximice el consenso, ya que “si es aprobada por una mayoría, aun cuando se cumplan los requisitos constitucionales, es una reforma que en el futuro puede abrir un problema en donde hoy no los tenemos”.
Segundo, continuó, que se haga a partir de esta línea progresiva, gradual y evolutiva de las reformas previas y, tercero, que parta
de un diagnóstico claro, cierto, objetivo, sobre el funcionamiento del sistema electoral y no a partir de opiniones subjetivas o prejuicios.
Al responder a preguntas y respuestas de las y los diputados, el Consejero Presidente del INE les señaló que la posibilidad de una reforma electoral es una oportunidad para analizar si las acciones afirmativas aprobadas por el INE y el Tribunal Electoral son pertinentes y congruentes con el marco legal, “se consoliden las que valen la pena y se corrijan las que haya que corregir”.