Fernando Valenzuela, el emblemático lanzador mexicano que dejó una huella imborrable en las Grandes Ligas y en los corazones de los aficionados al béisbol, Falleció a la edad de 63 años. Su legado trasciende el deporte, convirtiéndose en un símbolo de orgullo y esperanza para la comunidad latina en Estados Unidos.

El pitcher mexicano, Fernando Valenzuela, irrumpió en la escena del béisbol profesional en 1981, cuando su estilo único y su impresionante desempeño en el montículo desataron lo que se conoció como «Fernandomania». En su temporada de novato, logró un récord de 13-7 con una efectividad de 2.48, ganando tanto el premio Cy Young como el de Novato del Año, un hito que lo convirtió en el primer jugador en recibir ambos galardones en la misma temporada; su lanzamiento característico, la «screwball», junto con su peculiar estilo, cautivaron a los aficionados y establecieron un nuevo estándar para los pitchers latinos.

Durante su tiempo con los Los Angeles Dodgers, Valenzuela fue parte fundamental del equipo que ganó la Serie Mundial en 1981; En esa serie, lanzó un juego completo que ayudó a asegurar el campeonato, consolidando su estatus como uno de los grandes de la franquicia. A lo largo de su carrera con los Dodgers (1980-1991), acumuló un récord de 141 victorias y 116 derrotas, con una efectividad de 3.3125.

Más allá de sus logros deportivos, Valenzuela se convirtió en un ícono cultural. Su éxito ayudó a abrir las puertas para una nueva generación de jugadores latinos en las Grandes Ligas y atrajo a una base de aficionados diversa y apasionada. La música «Fernando» de ABBA sonaba cada vez que se preparaba para lanzar, creando un ambiente electrizante en el estadio. Su influencia perdura no solo por sus estadísticas, sino también por el camino que pavimentó para otros atletas latinos.

Después de retirarse del béisbol profesional en 1997, Valenzuela continuó siendo una figura prominente en el mundo del béisbol como comentarista y mentor. Su número 34 fue retirado por los Dodgers en 2023, un reconocimiento a su impacto duradero en la franquicia y en el deporte. Además, fue un firme defensor del béisbol en México, participando como entrenador para la selección nacional durante varios torneos internacionales.

Fernando Valenzuela no solo fue un extraordinario deportista; fue un puente entre culturas y un símbolo de perseverancia. Su legado vivirá eternamente entre los aficionados al béisbol y todos aquellos que se sintieron inspirados por su historia.

Desscansa en Paz, Fernando!!