Rodeado de autoridades comunitarias, Juan Carlos Tzanahua López fue reconocido como jefe supremo de la Organización Mexicana de Pueblos Originarios (OMPO) de Ixhuatlancillo.
Entre tambores, discursos y presencia comunitaria, se alzó un mensaje claro: los pueblos originarios deciden por sí mismos.
“No estamos con ningún partido, estamos con el pueblo”, expresó Tzanahua, anunciando una nueva etapa para una organización que integra a más de 350 mil personas en México.
Con proyectos que van desde el envío de ayuda a comunidades desplazadas en Chiapas hasta redes legales para indígenas presos injustamente, la organización mostró que su trabajo va más allá de lo simbólico: es acción directa desde la raíz.
El evento reunió a líderes de Tabasco, Veracruz y otros estados, quienes coincidieron en la urgencia de fortalecer la autogestión en caminos, escuelas y servicios esenciales. El mensaje fue claro: los pueblos originarios ya no serán espectadores, sino protagonistas de su destino.