Habitantes de colonias aledañas a la Laguna del Chirimoyo señalaron que se encuentran padeciendo por los olores fétidos que salen de este lugar, lo cual incluso ya ha causado problemas de salud.

Indicaron que en diciembre comenzaron a llegas las aguas negras de la unidad habitacional Palmira, ubicada en Mariano Escobedo, lo que ha generado olores insoportables y problemas de salud en las San José, San Alejandro y Jardín II, entre otras.

Mencionaron que hay niños y adultos mayores que presentan padecimientos estomacales por esta situación.

Explicaron que el problema, que se originó con la sequía del año pasado al quedar peces y tortuga muertos, empeoró al convertirse el humedal en un vertedero de drenaje.

Indicaron que especies como sapos y ranas han muerto por la contaminación y el mal olor ha alejado a quienes acostumbraban ejercitarse en la zona.

Aunque los vecinos han solicitado al ayuntamiento de Orizaba medidas urgentes para retirar a los animales muertos y evitar la descarga de aguas negras, no han recibido solución.

Un habitante recordó que, en mesas de trabajo realizadas durante la visita de la gobernadora, se les recomendó presentar denuncias legales.

Si no hay respuesta municipal, aseguran que procederán contra quienes permitan que esta contaminación persista.

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