Clemente Zapata M.- La desaparición de cuatro ciudadanos estadounidenses, que fueron rescatados por el gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, este martes, en Matamoros, revivió la llamada “ley-antinarco” que pretende aplicar el Gobierno de los Estados Unidos a México, al declarar terroristas a los grupos criminales.
No hay que olvidar que el Gobierno yanqui, más bien los fiscales de dicho país, firmaron una carta al presidente gringo, JOE BIDEN, metiéndole presión para que hiciera la declaración, bautizando esa postura como “ley-antinarco”.
Hasta el momento, el Presidente demócrata ha logrado sortear la presión de los republicanos; pero la presión está allí y se revivió el pasado tres de marzo con la desaparición de LATAVIA «TAY» WASHINGTON MCGEE (rescatada “ilesa”), ERIC JAMES WILLIAMS (herido), ZINDELL BROWN (fallecido) y SHAEED WOODARD (fallecido).
Hace unas semanas, al día siguiente en que los fiscales gringos signaron su carta al presidente JOE BIDEN, el gobernador de Tamaulipas, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, había advertido que el Gobierno de Estados Unidos podría tener injerencia en México, con su declaratoria terrorista y tiene razón…
Otra vez, como ayer, vámonos por partes, como dijo Jack “El Destripador” … ¡AyWey! Estados Unidos se duele y se queja por una crisis de salud donde mueren algo así como 238 personas a diario, por el consumo de fentanilo.
Y sí, Estados Unidos reclama y reclama a México el tráfico de estupefacientes hacia su país, y hasta califica como reprobatorio el esfuerzo mexicano para impedir el trasiego de la droga hacia territorio gringo; pero guarda silencio sobre lo que realmente están haciendo ellos para combatir el consumo en su país.
Con esa ávida demanda de drogas por los estadounidenses, siempre habrá oferta por parte de grupos dispuestos a jugarse hasta la vida para satisfacer la voraz e imperiosa necesidad de estupefacientes, ya sean grupos delictivos mexicanos, rusos, italianos, colombianos y hasta chinos.
El reciente juicio y condena en contra de GENARO GARCÍA LUNA, el ex secretario de seguridad del ex presidente FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, quedó en eso: en la condena para un personaje y para México.
Y quedó así porque el Gobierno de Estados Unidos no quiso llegar más allá, hasta su propia cocina, donde está la otra parte de los que comercian con estupefacientes, es decir los cárteles gringos.
En un país que es considerado potencia mundial, inmensamente rico, predominantemente creyente, con prodigiosos avances médicos, científicos y espaciales, así como una carrera armamentista sin freno, entre otros; resulta incongruente que su población esté “desprotegida” ante el tráfico y consumo de drogas.
¿Por qué Estados Unidos en lugar de andar de terco en declarar terrorista a los grupos criminales mexicanos, no declara terroristas a sus propios traficantes y se les va con todo?; ¿por qué no aplica un sistema de salud gratuito para atender a los adictos y evitar que más personas caigan en las garras de los estupefacientes?; ¿acaso es imposible hacerlo…?
Lo que está sucediendo, hablando en plata limpia, es que Estados Unidos prefiere ver a los “terroristas” en el ojo ajeno, pero no ve a los envenenadores gringos en el propio.
Estados Unidos es incapaz de frenar el consumo en su tierra, por ello se le hace más fácil culpar del tráfico de estupefacientes a una tierra ajena; es decir patear el balón cómodamente para el patio vecino, en este caso México.
La situación es muy simple: Si los gringos realmente quisieran acabar con el problema de las drogas, que empiecen por barrer su propia casa; pero la zorra no se ve su cola, ni el zorrillo su fundi%#… ¡Ufff!
Con un sistema de justicia que lo presumen a nivel mundial, con sistema policial y de investigación que lo presentan como ejemplo, resulta incongruente que primero caiga un ex alto funcionario del gobierno mexicano, que un empresario o funcionario estadounidenses ligado a éste, como fue el caso de GARCÍA LUNA.
Parece que a los estadounidenses se les olvida el caso del general en retiro, SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA, que “desnudó” los valores entendidos en el combate a las drogas obligándolo a los gringos a dejarlo en libertad.
Suena romántico, pero la pobre felicidad que Estados Unidos le genera a su pueblo, hace que casi 300 personas mueran al día por el consumo de fentanilo, casi cien mil al año, y más de cinco millones de personas todos los días consuman y consuman drogas.
El gobierno de Estados Unidos quiere hacer muros más altos para contener la migración ilegal, culpar a México de sus adictos, pero no mueven un dedo en depurar la llamada “Border Patrol” o sus “picudas” agencias de investigación.
Para los gringos, cualquier acción en territorio mexicano para frenar el tráfico de drogas es muy poco y sí, es muy poco para ese enorme monstruo que representa todo el universo de adictos que tiene Estados Unidos y que no puede “componer” en su propia tierra.
La guerra contra las drogas desde hace años la perdió el gobierno de los Estados Unidos en su propia tierra, por eso fue a buscar culpables a Colombia, a Nicaragua y a Panamá… Ahora México está en la mira… ¿Y en donde queda la droga que entra por el norte, por Canadá…? ¡Calla pesáo!
Mientras haya un gringo adicto en los Estados Unidos, siempre habrá alguien, del país que sea, dispuesto a quitarle el hambre de drogas a cambio de unos dólares.
Así que ya es hora que el Gobierno yanqui ponga atención en su propia tierra, antes de emprender una carrera injerencista en parcelas ajenas.
En una guerra perdida desde hace años contra el consumo de estupefacientes, al Gobierno de los Estados Unidos le urge, en calidad de urgente, justificar ante sus contribuyentes —esos que pagan impuestos—, los billones de dólares anuales que se emplean para sostener las agencias contra el delito, específicamente contra las drogas, y México está en su camino… ¡Ostias tío de la Virgen santa!
~~AMÉRICO Y SU LUCHA CONTRA LA INSEGURIDAD. —“Todos los días, lo primero que hago es irle a pasar visita al Estado como médico, y todos los días acudo a la Mesa de Seguridad y Construcción de la Paz, en las seis regiones, trabajando con los presidentes municipales para coordinarnos y tener una mejor respuesta en la seguridad que debemos brindar a nuestros ciudadanos”, afirmó el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, en Matamoros.
Al acudir al Centro de Convenciones Mundo Nuevo y referirse a los hechos suscitados recientemente, el Gobernador lamentó las pérdidas de vidas humanas y en el caso de la joven connacional, señaló que se le dará apoyo a sus familiares.
Reiteró que los hechos ocurridos en Matamoros, se abordan de manera sistemática y con toda determinación sin rehuir la responsabilidad, a la par de que trabajan, para disminuir los índices de criminalidad e inseguridad en el Estado y con base en los indicadores, hay buenos resultados.
“De acuerdo a cómo van evolucionando estos indicadores y bajo mi responsabilidad en esta Administración, vamos teniendo logros significativos«, señaló el Mandatario tamaulipeco.
Explicó que los datos del Secretario Ejecutivo de Seguridad muestran que, en Tamaulipas durante los últimos meses, se registra una disminución en delitos como el homicidio, secuestro, extorsión y daños a niñas, niños y adolescentes.
VILLARREAL ANAYA sostuvo que hay una buena relación con Estados Unidos y que trabajan en buscar inversiones que detonen al municipio de Matamoros, además de volver a posicionar el puerto del Norte, como un tercer puerto de altura en Tamaulipas.
“Quiero insistir en que por más dura que sea la realidad, hablaremos de ella, de frente, con transparencia y verdad; como lo he hecho siempre como médico, a lo largo de mi trayectoria en el servicio público y con especial cuidado desde el pasado primero de octubre que tengo esta encomienda”, finalizó.
GRACIAS… Nos leemos hasta mañana
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