En el caso, las defensas han exhibido las fabricaciones de pruebas realizadas por Bravo Contreras, preso en el penal de Pacho Viejo por desaparición forzada.
Aunque a diferencia de Godos, el dueño del bar no fue presentado con el despliegue del presunto autor material, y el entonces fiscal nunca aclaró cuál era su papel en los hechos.
Gracias a un amparo promovido por su defensa, se logró que un juez revisara el caso y determinara que los elementos de la Fiscalía eran insuficientes para mantenerlo preso.