Francisco L. Carranco.- Bueno, el escenario mediático está listo y, Emilio Lozoya Austin, aún no aparece en el dramático asunto, aunque ya circulan por redes sociales y algunos medios de comunicación la salpicada de culpa que el ex director de PEMEX está embarrando, aun y a pesar de que sus declaraciones no han sido recibidas por un juez.
El ex director de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, sigue en el Hospital Los Ángeles del Pedregal, curándose una anemia que “agarró” ya sea en la prisión española donde estuvo recluido como extraditable, comiendo una dieta destinada a los presos o, en el avión de la fuerza aérea militar mexicana, que lo trajo a México para enfrentar un supuesto juicio que, al parecer, no cumplirá con esas expectativas ya que ha sido declarado “Testigo Protegido y Colaborador” para desenmarañar el horroroso caso de corrupción atribuido a la empresa brasileña ODEBRECHT, en nuestro país.
Afuera las fieras esperan a que Lozoya sea trasladado a un penal de máxima seguridad, con eso de que su vida puede correr peligro o, a una casa de seguridad destinada a las personas que proveerán la información (suelten la sopa) para fincar responsabilidades a todos aquellos que infringieron la ley, como el caso que nos ocupa, los testimonios que ofrecerá, el ex director de PEMEX, bien podrían demostrar que en el país cuando se quiere puede haber justicia.
Y hablando de esto último, o sea, de “Justicia” a algunos les aterra que los jueces a modo pueda exonerar a Lozoya, con eso de que se ha demostrado en otros casos, cuando empiecen la variaciones de delito, negociaciones en lo oscurito y otras artimañas que los señalados e imputados por acciones ilícitas contra el Estado logran hasta el desistimiento de la vinculación penal, resultado de las negociaciones en que, salen más beneficiados, por esos arreglos y regreso de lo robado, que por una merecida condena por todo lo sustraído al erario público.
Lozoya Austin, tiene también el temor de represalias, porque el caso ODEBRECHT, como cereza del pastel, involucra a muchos ex funcionarios de la administración del ex presidente, Enrique Peña Nieto que, en cascada, verán rodar cabezas de la otrora poderosa empresa estatal de Petróleos Mexicanos.
Definitivamente se sospecha que, Lozoya Austin, como Testigo Protegido soltará, a través de los testimonios, grabaciones y alguna otra argucia para demostrar que no actuó sólo, esa es una condición establecida en la fracción V del artículo 256 del Código Nacional de Procedimientos Penales, que consiste en que el imputado (Lozoya) “aporte información esencial y eficaz para la persecución de un delito más grave del que se le imputa, y se comprometa a comparecer en juicio”. Sólo con sus dichos.
Definitivamente, si se sigue la cadena de corrupción de Lozoya, por un lado está el caso ODEBRECHT, que involucra a bastantes ex funcionarios que tramaron, una serie de tranzas, para ganar jugosas ganancias que ni siquiera nos imaginamos alrededor de PEMEX, esos abusos de poder podrían reventar en la cúpula presidencial, porque en este país se condena la acción y omisión de los responsables del Gobierno en función.
Por otra parte, Emilio Lozoya Austin, el exquisito ex funcionario peñista, también tuvo participación, pero, por la libre, es decir, aprovecho sus relaciones desde PEMEX para hacer negocios por su cuenta, tanto que los negocios personales con información privilegiada y dinero del erario, además de lavado de dinero, cohecho y fraude por la compra de dos empresas cuando él era titular de la petrolera.
El resultado de su actuación a título personal, involucra a las mujeres de su familia, es decir, a su mamá, esposa y hermana prestanombres, de Emilio Jr., en la compra de inmuebles, depósitos en cuentas bancarias y otros activos producto de los sobornos que recibió por parte de los beneficiados en varias acciones de compraventa de recursos del estado como Agro nitrogenados, Fertinal, y negociaciones con AHMSA y ODEBRECHT, entre otros millonarios negocios.
El privilegio bien ganado, de Testigo Protegido y Colaborador, ha puesto nerviosos a algunos miembros de la gavilla peñista cuyos nombres han empezado a brillar por la complicidad y permisividad de los manejadores de los fraudes, sobornos y todas las diligencias amañadas para robarse el dinero del país, creyendo que la impunidad gestada a los largo de 80 años, no los alcanzaría y los iba a exonerar del feroz atraco al país.
Los primeros nombres de prominentes ex funcionarios que se han filtrado aparece el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, el extitular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, el ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y hasta Peña Nieto, que podrían resultar implicados en el conocido caso Odebrecht.
Luego, a algunos ex senadores del PRI, por supuesto y a algunos del PAN de haber sido tocado por la varita mágica de la corrupción y, por el simple hecho de levantar la mano, sus bolsillo y alforjas se verían llenos de dinero destinado para ese fin de la Empresa calificada como la magnifica para extender sendos sobornos y ganar voluntades para su causa.
Los iniciados en el conocimiento de la formas en que, Lozoya Austin, tenía para corromper a políticos, funcionarios de todos los tamaños y representantes sociales del Senado, para ablandar su oposición a cualquier proyecto, luego de la embarrada millonaria, dicen, los beneficiados preguntaban cuándo será el próximo proyecto para ir allanando el camino opositor y esperar las lujosas bolsas de reconocido diseñador, pero eso sí, lleno de billetes.
El ex director de PEMEX, cuentan los que saben, poseía cajas fuerte repletas de fajos de billetes de diferentes denominaciones y en papel moneda nacional y dólares para entablar cualquier negociación con los representantes de las autoridades que pudieran involucrarse en los actos de corrupción recibiendo dinero del multicitado sujeto, ahora, Testigo Protegido de nuestro país.
Sobre este tema y desde hace algunas semanas se escucha por ahí algunos nombres de legisladores y ex legisladores que, presuntamente estarían involucrados con Lozoya al levantar el dedo dar su voto a favor de la Polémica Reforma Energética.
Y cuentan que, Lozoya Austin, ya les puso el dedo a los Yunes, Fernando, Héctor y José Francisco, tanto rojos como azules, quienes se fueron locos de contentos con su cargamento millonario por darle el Visto Bueno a la Reforma Energética Peñista, y aprobarla sin chistar, cuando eran senadores, a Ricardo Anaya y al actual gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, que también le tocó, dicen.