POR: Francisco L. Carranco.- No hay más tiempo, eso parece evidenciar la presidenta de México al decidir acciones contundentes contra el crimen, la inseguridad y quizás el desafío más importante: la pacificación de los grupos en conflicto que buscan el dominio territorial para el trasiego y el control interno de la comercialización de estupefacientes, incluido el contrabando a los Estados Unidos.
La presión mediática ejercida por Donald Trump, en breve presidente de USA, sobre México por el uso y consumo de drogas de los ciudadanos estadounidenses, que siguen aumentando exponencialmente en ese país, lo obliga a atacar las causas, una de ellas es terminar con los principales proveedores de drogas para los americanos, pero, en esa pretensión espera que el estado mexicano sea el que lo resuelva, bajo la advertencia de imponer aranceles y otras medidas de carácter económico que amenaza el T-Mec, entre otras cosas.
Esas amenazas comerciales hacia México coinciden con la problemática que nuestro país vive y enfrenta con el crimen organizado que, a estas alturas, se está saliendo de control, ya que la rivalidad entre los grupos en conflicto por los territorios han escalado afectando directamente a la sociedad civil, que sucumbe a la violencia generando la percepción negativa hacia las autoridades y gobierno que pareciera que el estado no quiere apaciguar al crimen provocando que cientos de personas diariamente pierden la vida.
Por ello, la determinación de la presidenta Claudia Sheinbaum, para que el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, se traslade a atender la problemática delincuencial en Sinaloa es, precisamente, para dar certeza a la población, prevenir que los demás estados pierdan el control de la seguridad y enviar un mensaje al vecino país del norte de que las causas se están atendiendo, en la medida de lo posible para el estado mexicano, el consumo es cosa de los americanos.
Harfuch y un “equipo especial” de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina (Semar) llegan para apoyar y dirigir a las fuerzas locales y coordinar “de mejor manera” dicen, la estrategia de seguridad en la entidad sinaloense, tanto que en una de las primeras acciones se destaca el decomiso histórico más grande llevado a cabo en dos operativos que, dieron como resultado, la incautación de una tonelada y media de pastillas de fentanilo y varias e importantes detenciones de los gripos en disputa.
En conferencia de prensa, se compartieron resultados positivos de operativos realizados durante la semana, lo que indica un esfuerzo continuo por parte del gabinete de seguridad estatal para mejorar las condiciones en el estado.
El Secretario García Harfuch, dijo, que la violencia no se va a terminar de la noche a la mañana, sin embargo, su trabajo consistirá en ir reduciendo la violencia todos los días y las acciones como el decomisó del fentanilo no se van a detener.
Finalmente, el funcionario dejó en claro, que está para cumplir las instrucciones que recibió de la presidenta Claudia Sheinbaum fue “revisar, supervisar, coordinar y pacificar” la entidad gobernada, a pesar de Rubén Rocha Moya.
El trabajo realizado por Omar García Harfuch en Sinaloa refleja un compromiso serio con la seguridad pública y una estrategia clara para abordar los desafíos que enfrenta el estado, su enfoque colaborativo y el incremento de operaciones son medidas necesarias para restaurar la confianza ciudadana y combatir eficazmente el crimen organizado.
Suburbio 1
La estrategia esta en marcha, los resultados visibles, pero, falta la contundencia… y México espera