POR Francisco L. Carranco/ La práctica más redituable del Presidente Donald Trump ha sido amenazar al mundo con sus declaraciones para, por un lado, demostrar que Estados Unidos sigue siendo la potencia más poderosa del mundo y, por otro, que como tal los intereses superiores de su país están por arriba de cualquier costo, sea el que sea, en cualquier nación, territorio o circunstancia.
Como anillo al dedo el conflicto suscitado por el artero crimen de integrantes de la Familia LeBaron, encendieron las llamas del patriotismo y como en la películas el presidente Trump amenaza con una represalia contra los Cárteles mexicanos por el asesinato de niños y mujeres México-estadounidenses en territorio mexicano.
Los estadounidenses que viven en una comunidad dentro del territorio mexicano y que ostenta la doble nacionalidad y que en los Estados Unidos esa denominada familia, que, realmente, es una comunidad mormona con miles de individuos que la integran, por el hecho violento en que perdieron la vida seguidores inocentes solicitaron la ayuda del Presidente estadounidense para no dejar el crimen en la impunidad.
Y en una reflexión “solitaria” el presidente de los americanos emitió una comunicación en las redes sociales dónde e exhibió la posibilidad de una probable designación para catalogar a los cárteles mexicanos como una organización terrorista.
Esta comunicación, por supuesto, que incendiaria puso focos rojos de alarma ante las consecuencias que esta acción de los estadounidenses pudiera provocar, en México, desde una intervención militar hasta un guerra internacional entre nuestro México y el vecino del norte, en donde, definitivamente, pérdida iríamos con todos los pronósticos en contra por la superioridad en armamento, inteligencia, superioridad militar en combate, estrategias y equipamiento.
El pronunciamiento de Trump causó en los Estadios Unidos, como era esperado, una sensación que de inmediato abrió las posibilidades de tema de campaña en la víspera de una participación donde el Presidente de USA, pretende relegirse para seguir manteniendo las relaciones tensas con todo el mundo.
Los americanos no ven del todo mal la designación de terrorismo contra los criminales mexicanos y no la discuten por lo tanto, Trump, se encargará de promoverla como una verdadera acción de protección a los ciudadanos americanos que siguen siendo “victimas” de los cárteles de la droga por tanto consumo provocada por el narcotráfico.
Igual pasó en la campaña política pasada de Trump, donde abandero la inmigración y la construcción del muro para detener los flujos de sus vecinos y otros indocumentados. En el caso de la declaratoria de terroristas los gringos están sensibles ante el ataque a la Familia Lebaron y si no están del todo de acuerdo en esta caso votaría y aceptarían que esta medida extrema de represalia no estaría, insisto, del todo más el estado que cuida a sus habitantes es bien visto por su población.
En el caso contrario en México la comunicación de Trump sobre la designación de Terrorismo para los carteles de la droga estremeció al Estado Mexicano que, a la fecha, no ha podido descifrar el mensaje de Trump y pareciera que la estrategia de “Abrazos y no Balazos” rodaría por los suelos para subirse al ring a pelear con la guardia nacional, la marina y el ejército contra las fuerzas del crimen y aliados, obviamente, por la poderosa milicia de los Estados Unidos.
Los tratados de colaboración que ha realizado México con Estados Unidos, quizás, no consideren ni políticamente ni remotamente una intervención militar, ni violación de la soberanía, ya por ahí existe una propuesta de que el gobierno americano ha ofrecido una colaboración para limpiar de criminales al país.
Pero esas propuestas nunca han estado tan cerca como ahora y es momento de definir, la disyuntiva cimbró al régimen presidencial de AMLO, que en estos momentos lo que menos quiere es una intervención militar extranjera, aunque sea en cooperación, para acabar con el narco, la violencia e inseguridad que cada día crece más.
Los señalamientos contra el Gobierno Mexicano de no poder contener ni a hacer acciones contundentes contra el crimen hacen factible las habladurías del vecino país para movernos el tapete con la designación de los cárteles mexicanos como terroristas, en primera instancia Trump, logró el objetivo acalambró al sistema presidencial mexicano.
Para que esto suceda, la designación de Terrorismo, implica toda una postura política, jurídica, económica y social ya que la solicitud atribuida a la familia LeBaron exige para darle entrada, por lo menos se requiere de 100 mil firmas que acompañen la solicitud.
El rechazo del Gobierno Mexicano contra la designación de terrorismo contra los delincuentes mexicanos, es porque los carteles no actúan con una ideología que pudiera tratar de imponer como supremacía, son delincuentes y como tales deben ser tratados.
El gobierno de México debe actuar con acciones contundentes contra el crimen y no con acciones políticas contra posturas internacionales soberbias y que sólo enrarecen la tranquilidad de los mexicanos, que se cambien las políticas contra los delincuentes para borra a imagen de que un narco-estado está emergiendo. ¿ Tons política internacional o política interna?
Suburbio 1
Sea como sea, llegó el último mes del año…