Al celebrar el quinto año de su triunfo electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que México ya no es un narcoestado, como ocurrió en el pasado; que avanza hacia la erradicación de la violencia y arremetió contra el empresario Claudio X. González, al que llamó “gerente del supremo poder conservador” que intenta regresar al poder por sus fueros.
A poco más de un año de que concluya su administración, el Presidente recurrió nuevamente a su frase “¡me canso ganso!” para expresar su confianza en que disminuirá la violencia y que tendremos un sistema salud mejor que el de Dinamarca.
“En el poco tiempo que llevamos algo que es muy valioso, hay justicia y tranquilidad social y se avanza hacia la erradicación de la violencia. Lo vamos a lograr entre todos, ¡me canso ganso”, exclamó ante el júbilo de sus seguidores que le respondieron con gritos y aplausos.
Ante un Zócalo lleno, el Jefe del Ejecutivo arremetió contra de la oposición conservadora que está obcecada en regresar por sus fueros, por lo que se han constituido en un “supremo poder conservador” y el gerente de ese grupo, dijo, es el empresario Claudio X. González.
En pleno aguacero, el Mandatario aseguró que ese grupo está unido por el racismo y el clasismo, pero, paradójicamente, eso también los obnubila.
“No es sentencia, ni siquiera advertencia, ni mucho menos amenaza, pero les digo desde la principal plaza pública de México: poco lograrán si no abandonan su egoísmo y aprenden a respetar y amar a sus semejantes; no llegarán lejos si no comprenden e internalizan que el dinero y lo material es efímero, que la felicidad verdadera está asociada a la bondad y a la fraternidad”, expresó.
Durante el mensaje se cumplió el planteamiento de que no se cayera en el aplausómetro o abucheos para las seis corcholatas presidenciales.
Fue la tarde para el Presidente, excepto por la mención y participación de la gobernadora electa del Estado de México, Delfina Gómez. López Obrador comenzó su discurso destacando que su movimiento está más fuerte que nunca porque una amplia mayoría apoya a la Cuarta Transformación de la vida pública del país.
“El pacto funcionó, el pacto entre el pueblo y su gobierno se ha sellado bajo el principio de atender y respetar a todos, pero dar atención especial, privilegiar siempre la ayuda a los pobres”.
Luego el Presidente hizo un recuento de los logros económicos de su administración con registros históricos en empleo, aumento en el salario mínimo, mayor reparto de utilidades, con reservas del Banco de México que suman 203 mil millones de dólares y sin privilegios fiscales.
En el contexto de la ola de inseguridad que padece el país, aseguró que a diferencia de los gobiernos neoliberales ahora no se reprime al pueblo, no se ordenan masacres, no hay tortura ni se tolera la violación de los derechos humanos.
Finalmente, dijo que aunque los “medios de manipulación” apuesten por propaganda “tendenciosa y vulgar” sus efectos no hacen mella en los ciudadanos conscientes y politizados.