La reducción de la jornada laboral en México sigue siendo un tema de discusión en el Congreso, pero su implementación es inminente, afirmó Alfredo Hernández Ávila, dirigente sindical de la CROM en Orizaba.

En entrevista, señaló que la propuesta de disminuir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales forma parte de los pendientes de la actual Legislatura y, aunque su proceso de aprobación ha sido pausado en varias ocasiones, se espera que eventualmente se concrete.

“Es una reforma que ha ido madurando poco a poco y que, cuando se apruebe, marcará un antes y un después en la historia laboral del país”, aseguró.

Explicó que la iniciativa busca que los trabajadores tengan dos días de descanso por cada cinco días de trabajo, lo que permitiría mejorar su bienestar y rendimiento. Añadió que diversos estudios han demostrado que jornadas laborales más cortas contribuyen a reducir el estrés, mejorar la salud y aumentar la productividad, por lo que considera que esta medida beneficiará tanto a empleados como a empleadores.

Sin embargo, enfatizó que la transición no será inmediata, sino que deberá realizarse de manera gradual, con pruebas piloto en distintas industrias. “Es un cambio significativo en la dinámica laboral del país, por lo que es importante evaluar su impacto antes de aplicarlo de manera generalizada”, explicó.

Hernández Ávila insistió en que el diálogo entre empresarios, trabajadores y legisladores será clave para la implementación de la reforma. “Lo más importante es que todas las partes sean escuchadas y se llegue a acuerdos que permitan una transición ordenada y efectiva”, finalizó.

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