Por Gumii Cobix
Quien dijo que los 30’s son los nuevos 20’s no podría estar más en lo cierto, lo que nadie nos advirtió es que, con la llegada de las redes sociales, nuestros sueños adolescentes podían cumplirse: la fama al alcance de tus dedos y, con ello, el escrutinio público.
Ahora solo agrégale a la ecuación el factor soltería y todo se torna un poco terrorífico.
En el mundo real, si te atrae alguien tienes dos opciones: puedes acercarte a la persona y correr el riesgo de la humillación inmediata, o encontrar al amor de tu vida con final de cuento de hadas.
Bueno, tal vez exagere un poco, pero no me culpen, crecí en la época donde te regalaban cartas y las flores no tenían fechas particulares ni colores designados 🌻. Ahora tenemos citas por aplicaciones, como quien pide una hamburguesa a domicilio, y la muestra de afecto más grande es que tu relación sea tan pública que alguien te diga que es fan de ella 😉.
Requisitos:
Soltero, 1.90 m, que quiera tener hijos, que no sea de los que quieren 50/50 🙏, que no sea de los que tiene alma de río y «solo busca fluir».
Haces tu pedido y ¡BUM!, tienes a un hombre en sus treinta que está tan ocupado como tú, y al final nunca concretan nada porque ambos están en la etapa en la que sus carreras son más importantes que una salida a un bar.
Pero, si superas esa etapa, puede que lleguen a una segunda cita, y ahora sí, empieza la temporada de entrevistas:
¿Quieres hijos? ¿Cuántos? ¿Vives solo? ¿Cuánto tiempo llevas en tu trabajo actual? ¿Cuánto duró tu última relación? ¿CUÁNTOS PUNTOS TIENES EN INFONAVIT?
¿Por qué nadie me explicó que salir con alguien después de los 25 era equivalente a una entrevista de trabajo para la cual no estás capacitado? Todo esto me hace plantearme si esto solo me pasa a mí, así que me tomé la libertad de hacer una encuesta a mis amistades.
Como resultado, nos dimos cuenta de que lo difícil no es encontrar a alguien: el menú es enorme. Es más, es tan variado que siempre tienes la sensación de que si te esperas un poco más, puedes encontrar una mejor opción.
Al día de hoy, no sabría decir cuál es la opción correcta entre conformarte con lo que te tocó o esperar y rogar que tal vez, si esperas lo suficiente, a tus 86 encuentres al amor de tu vida (si es que no se muere del impacto de conocer a una persona tan increíble como tú).
Hoy no tengo una respuesta.
PERO AÚN NOS QUEDA LA ESPERANZA (y Bumble 😉).