Javier Laertes.- El Gobierno de la República no dará subsidios a los industriales de la masa y la tortilla, pues el apoyo va directo a los productores afirmó el delegado de los Programas del Bienestar en Veracruz Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
El funcionario federal, lamentó que en pasadas administraciones estos recursos no llegaban a quienes estaban dirigidos, por lo que reiteró que, en el gobierno de la Cuarta Transformación, se beneficia al pueblo.
“El gobierno de la república le da los subsidios al pueblo que es al que hay que apoyar para salir adelante, porque finalmente es el que consume”, afirmó.
Y es que recordó que en Veracruz son tan solo 220 mil productores de maíz, de los cuales la gran mayoría no alcanza las cinco hectáreas, mientras que una tercera parte son mujeres, así como el 60 por ciento indígenas.
“No, yo de una vez les digo, Dios nos libre, los subsidios así los quieren algunos agandayar no, los subsidios ya están, la gasolina está más barata que en Estados Unidos, la gasolina, el gas y obviamente estamos subsidiando a los productores pobres de maíz, en Veracruz tan solo de 220 mil el 95 por ciento de los productores de maíz tienen menos de cinco hectáreas y el 60 por ciento son de población indígena, el 30 por ciento son mujeres”, apuntó.
Huerta Ladón de Guevara, recordó que en los gobiernos “neoliberales” desde el presidente Carlos Salinas y hasta Enrique Peña Nieto, todo el apoyo se otorgaba a los industriales sin beneficios para la población con menos recursos.
“Antes los subsidios se quedaban atrapados arriba, acuérdense que cuando empezó el COVID, había una campaña muy fuerte de algunos segmentos, sobre todo los conservadores, los que ya saben, los salinistas que gobernaban desde Salinas, hasta el que nos quería llevar al despeñadero y ellos querían que los subsidios se los diéramos a los industriales”, recriminó.
Representantes de la industria de la masa y la tortilla, señalaron la necesidad de subsidiar al sector, para evitar el aumento del precio, pues en la actualidad el costo del kilo de tortilla fluctúa entre 19 y 23 pesos, lo que afecta directamente la economía de la población.