La Secretaría de Educación de Veracruz se mantiene atenta a ofrecer las mejores condiciones a las comunidades educativas, tal y como lo ha pedido el presidente Andrés Manuel López Obrador con las bases de una Nueva Escuela Mexicana; sin embargo, comienzan a manifestarse organizaciones que buscan sacar provecho de las circunstancias, como la Asociación Nacional de Padres de Familia (ANPAF).
Se trata de una organización con supuesto carácter nacional, con sede en el estado de Puebla, encabezada por Noé Delgado Molina y José Alejandro Águila Argüelles, que trata de conseguir recursos por parte de las autoridades veracruzanas, sin que vaya a tener éxito, incluso cuentan con un “delegado regional”, Esteban Rodríguez Ortega.
Ésta tiene su historial pues desde el 2008 y hasta el año 2016 recibió un subsidio para sus gastos de operación de 55 mil pesos y una nómina de gratificación por un importe total de 170 mil pesos, los cuales eran utilizados de acuerdo a las decisiones de la propia asociación.
El secretario de Educación, Zenyazen Escobar Pérez, ha sido enfático en varias declaraciones sobre el interés que tiene el gobierno de Veracruz porque sean las propias escuelas las que utilicen directamente sus recursos, ya sea a través de las cooperativas escolares o por medio de programas federales.
La finalidad es que sean los padres de familia, junto con directivos de los centros educativos, quienes utilicen los recursos económicos de la mejor manera, pues son ellos quienes saben las necesidades de sus planteles.
No obstante, no faltan los vivales que quieren sacar provecho enarbolando la bandera de los paterfamilias y así lucrar con la educación de las niñas y los niños.
Todas las voces son escuchadas, ha dicho el secretario de Educación en el estado, pero las decisiones no las tomarán este tipo de organizaciones que su único fin es conseguir dinero sin beneficio para los estudiantes.