Luego del ataque que fueron objeto por un grupo de “manifestantes” la tarde del lunes, varios negocios y comercios del primer cuadro de la ciudad de Xalapa tratan de retornar a la normalidad.
Y es que muchos permanecían cerrados ante la crisis sanitaria por la pandemia del Coronavirus, sin embargo, eso no valió para que un grupo de “provocadores” como los calificó el Estado rompieran aparadores y puertas.
De igual manera se tratara de un banco, una tienda de conveniencia, una oficina de gobierno, una zapatería e incluso una iglesia, no importó a los protestantes que con martillos, palos y piedras banalizaron lo que se les cruzó en ese momento, hasta a la prensa que cubría la manifestación.
Diversos líderes empresariales, así como sectores de la sociedad reprobaron estos hechos, pues esto dificulta aún más la situación de los comerciantes que enfrentan ya una crisis por tener cerrado o por las bajas ventas, derivado del COVID-19 y ahora con las pérdidas ocasionadas por los daños a sus negocios la situación se agrava señalan.
Sin embargo, la mañana de este martes y tras varias horas de los “ataques” empleados barren cristales, recogen la basura e intentan reactivar su trabajo del cual se sostienen.
No así en otros locales, los cuales permanecen con las huellas de los hechos que ubicaron a Xalapa nuevamente en el ámbito nacional, por los disturbios que generaron pérdidas a la economía de la ciudad.