Carlos Alberto Duayhe Villaseñor.- En plenas campañas políticas de candidatos a distintos puestos públicos en todo el país –incluida la relevante Cámara de Diputados- se supone que una parte de la ciudadanía ya definió por cuál persona o partido votará y habrá otra parte que cuando menos en esas anda hasta la fecha prevista el 6 de junio entrante.
Es así que en el inter los medios convencionales –prensa escrita, radio, televisión, cárteles, espectaculares, folletos, videos- y las redes sociales –facebook, WhatsApp, Instagram, twitter, telegram- están a todo lo que dan en la intensa búsqueda de la preferencia mayoritaria que haga ganar.
Exactamente, ganar.
Entonces partidos y candidatos exponen sus plataformas, sus proyectos, sus compromisos, en aras de la obtención de las preferencias ciudadanas.
Requieren urgentemente de medios y comunicadores, tanto en sus equipos de campaña como de los externos.
Es una ilusión que un político pretenda salir adelante sin medios y sin los periodistas, que siempre parecen ser secundarios cuando se quiera o no son primarios.
Cómo hacer valorar a los medios, todos, y a quienes hacen posibles los mensajes, las reflexiones, la valoración de lo que proponen, si no los toman en cuenta.
Parte de esta diferencia viene incluso de inercias de los propios medios y los comunicadores, sin embargo ojalá ya en esta etapa de la construcción de la democracia ya haya reglas más claras y haya una mayor conciencia de la relevancia de la comunicación.
Esto tiene además que ver con la asignación de recursos públicos a partidos políticos y la parte de estos que se destinan a los medios, portales, páginas web, todo lo que influye para que los votantes tomen sus respectivas decisiones, sin menospreciar a nadie.
El gobierno federal y los estatales, los congresos, los poderes judiciales, han estado muy estrictos en la canalización de fondos a personas morales y físicas, lo cual está más que bien, salvo que es un auténtico peregrinar cumplir todos los requisitos reglamentarios.
Además el Instituto Nacional Electoral y los organismos electorales de las entidades, están más que atentas a todo movimiento que hacen partidos y candidatos., lo cual también es positivo.
Interesante en el portal Día una entrevista al periodista radicado en Estados Unidos, Pablo Gato, quien dice lo siguiente:
“Un periodista es un servidor público”
“Ante la pregunta sobre el papel del periodista en la sociedad, Pablo indicó que tiene cada vez más claro “que sin un periodismo fuerte e independiente no puede haber una democracia sana.
“Es vital. Un periodista es un servidor público y su labor es la de controlar al poder. Investigar y hacer las preguntas que incomodan a ese poder, pero a todos por igual y sin distinguir ideologías”.
Sobre todo, en la actualidad, cuando se impone el ruido de las redes sociales. “Ahora es más importante que nunca porque el nivel de desinformación es muchas veces abrumador. Nunca hemos tenido acceso a tanta información y, paradójicamente, nunca ha habido más desinformación”.
Atraques
- Marcelo Ebrard tuvo en sus manos la importante línea 12 del metro de la Ciudad de México, quien modificó el proyecto y los trenes; Miguel Ángel Mancera siguió el proyecto y su operación; Claudia Sheimbaun es la actual titular del gobierno citadino, así que el deslinde es una exigencia elemental de la sociedad en lo que toca a responsabilidades, además de las inevitables repercusiones políticas que inevitablemente les toca, más cuando el accidente es terrible y todo el sistema está más que saturado.
- Cuidado con el aumento indiscriminado de precios de materias primas y productos terminados incluidos, la inflación asoma ya por doquier y de nueva cuenta los sectores marginales batallan con el gasto diario, el empleo, el subempleo, el desempleo.