Lamar Jackson firmó oficialmente su contrato por cinco temporadas y 260 millones de dólares este jueves, imponiendo marcas de la NFL para bono por firmar, flujo de efectivo para tres años, y promedio por temporada.
Pero, Jackson reveló que tiene un número más ambicioso en mente, dentro de la renovada ofensiva de los Ravens.
«Quiero lanzar para 6,000 yardas con las armas que tenemos», expresó Jackson riendo. «No soy un tipo de premios individuales, ni alguien que se enfoca en las estadísticas. Simplemente quiero hacerlo porque nadie lo ha hecho, y siento que tenemos las armas para lograrlo».
Lamar Jackson declinó hablar sobre su petición de canje al equipo, enfocándose en lugar de eso en su promesa de ganar un Super Bowl con los Ravens. Jackson nunca ha superado las 3,200 yardas por pase en su carrera, pero está claramente emocionado de que Baltimore le haya armado el grupo más fuerte de receptores en su carrera. Los Ravens firmaron a Odell Beckham Jr. y Nelson Agholor en la agencia libre, y luego seleccionaron a Zay Flowers con el turno N° 22 global.
La pieza final para el ataque aéreo de los Ravens fue acordar a largo plazo con Jackson. De acuerdo a una fuente, impuso nuevas marcas para la liga en bono por firmar (72.5 millones de dólares), dinero en los primeros tres años de un contrato (156 millones de dólares) y promedio por temporada (52 millones de dólares). Jackson también recibió una cláusula que impide una nueva etiqueta de jugador franquicia, así como una cláusula de no canje.
El acuerdo puso fin a 27 meses de desafiantes negociaciones entre los Ravens y Jackson, quien no empleó a un agente y se representó a sí mismo. Jackson declinó hablar sobre su petición de ser traspasado de Baltimore, de inicios de mayo, señalando que deseaba enfocarse en cumplir su promesa de día de draft, de entregar un campeonato a los Ravens.
«Realmente no me importan los otros equipos, deseaba estar aquí. Quiero ser un Raven», expuso Jackson. «Dije algo en el 2018 y era en serio. Quería lograrlo antes de que se acabe mi tiempo, y me vaya a hacer otra cosa. Realmente quiero terminar mi carrera aquí y ganar un Super Bowl aquí».
Jackson había buscado desde hace tiempo exceder los 230 millones de dólares en dinero garantizado que el quarterback Deshaun Watson recibió de los Cleveland Browns el año pasado, de acuerdo a fuentes. Pero, los Ravens insistieron en que el convenio de Watson fue una excepción, y no un precedente contractual en la liga.
Una fuente dijo que el convenio de Jalen Hurts, que incluyó 179.5 millones de dólares garantizados, reforzó el valor de mercado para quarterbacks, algo que jugó a favor de Jackson. También, estaba la posibilidad de que Baltimore seleccionara a un quarterback en la primera ronda del pasado draft, lo que presumiblemente hubiera puesto fin a las negociaciones contractuales con Jackson.
Así que, dos días antes del inicio del draft la semana pasada, Jackson envió un mensaje de texto al gerente general de los Ravens, Eric DeCosta, informando que le gustaba el lenguaje de la última propuesta contractual del club, agregando que pensaba se podía alcanzar un acuerdo.
«Absolutamente quería cerrarlo, porque estaba cansado de ir y venir», admitió Jackson. «Lo hemos estado haciendo por años, pero como que había llegado el momento. Los números estaban bien, y estamos satisfechos».
Jackson, de 26 años de edad, le dio vuelta a los Ravens después de ser el último recluta de la primera ronda del Draft 2018, conduciendo a Baltimore a los playoffs en sus tres primeras temporadas. Fue una selección unánime para Jugador Más Valioso de la NFL en el 2019, cuando lideró a la liga en pases de touchdown (36) e impuso la marca de la liga en yardas terrestres para un quarterback (1,206).
Su marca de por vida de 45-16 (.738) es la cuarta mejor para cualquier quarterback titular que haya debutado en la era del Super Bowl. Baltimore tiene foja de 8-13 (.381) sin él a lo largo de los últimos cinco años.
Aunque los directivos de los Ravens permanecieron optimistas de poder acordar con Jackson, admitieron que las negociaciones pesaron bastante sobre la franquicia.
«Hubo algunos días oscuros. Digo, no te voy a mentir y decir que todos los días fueron grandiosos; ha sido un tramo largo», notó DeCosta. «Pero, conocemos a Lamar, sabemos la clase de persona que es y un jugador de fútbol americano fenomenal. Pero, no conviertes a un fenomenal jugador de fútbol americano en el jugador mejor pagado de la liga. Conviertes a un fenomenal jugador de fútbol americano, que también es una persona fenomenal, en el jugador mejor pagado de la liga. Y entonces, teníamos gran convicción de que era lo correcto».
DeCosta elogió a Jackson por el modo en que se representó durante las negociaciones, describiéndolo como «paciente, demandante, honesto y derecho». Pero, hubo periodos largos donde las partes no hablaron.
«No siempre fue sencillo», reveló DeCosta. «Prefiero lidiar con Lamar Jackson el jugador, creo, pero al final, éramos solo Lamar y yo charlando, enviando mensajes de texto, correos electrónicos, para tratar de alcanzar un acuerdo».
Jackson está firmado hasta el 2027, pero las partes podrían tener que renegociar el convenio después de la campaña del 2025, cuando su número contra el tope salarial salte a 74.5 millones de dólares. Planea seguirse representando él mismo en el futuro.
«No pondría mi fe en nadie excepto en mí mismo», resaltó Jackson.
Jackson todavía tiene mucho por lograr. Tiene marca de 1-3 en los playoffs, y ha regresado como pasador en las últimas dos temporadas (33 touchdowns y 20 intercepciones). Jackson también se ha perdido de 10 de los últimos 22 encuentros de Baltimore por lesión, aunque dijo llevar un mes totalmente recuperado de la lesión que acabó con su temporada pasada.
Pero, después de firmar su contrato récord, sintió una sensación de logro, pasando de ser un pasador altamente cuestionado como prospecto en el 2018 al jugador mejor pagado en la NFL hoy día.
«Es simplemente demostrándome que estoy en lo correcto. Se trata de creer en ti mismo, al final del día», explicó Jackson. «No importa lo que pasé, no importa que pareciera que tenía la espalda contra la pared, cuando la gente dudaba de mí incluso más que antes, simplemente mantuve la fe y ahora estamos aquí».