Paola Cortés Pérez .- La necesidad de desentrañar la información sobre la composición mineralógica, así como entender la manufactura y procedencia de las piezas arqueológicas, llevó a la arqueología a allegarse de técnicas de las ciencias exactas, esta alianza disciplinar forma parte de lo que se le conoce como arqueometría. 

Investigadores del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y la Conservación del Patrimonio Cultural (Lancic) del Instituto de Física (IF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad de Campeche, realizaron una estancia de investigación de cuatro días en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) de la Universidad Veracruzana (UV). 

Henri Noel Bernard Medina, director del MAX, contó que se trató de un trabajo de colaboración entre el museo y el Lancic del IF, que tuvo por objetivo el análisis mineral y elemental de aproximadamente 45 piezas arqueológicas, incluida El Señor de Las Limas. 

Cabe destacar que para hacer este estudio, previamente fue avalado y se obtuvo autorización del Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). 

“Es un trabajo en el que las ciencias exactas apoyan a la arqueología, con el equipo tecnológico –que no es destructivo ni intrusivo– pueden realizar análisis de composición mineral y elemental de piezas arqueológicas, históricas, pinturas, esculturas, piezas de diferentes materiales.” 

No es la primera ocasión que se da esta colaboración pues anteriormente investigadores del Lancic visitaron el MAX para apoyar a tesistas y/o tesis doctorales, quienes como parte de su investigación querían analizar colecciones específicas. 

Por ello, adelantó Bernard Medina, se plantea firmar un convenio de colaboración entre el MAX y el Lancic de la UNAM. 

Trabajo interdisciplinar e interinstitucional 

El trabajo realizado por el Lancic en piezas arqueológicas se enmarca dentro de la disciplina denominada arqueometría, la cual apoya a la arqueología para conocer la composición elemental y mineral. 

Henri Noel Bernard dijo que el trabajo puede denominarse interdisciplinario e interinstitucional, dado que participaron investigadores de diferentes disciplinas e instituciones educativas. 

El resultado del estudio beneficiará directamente al MAX y a sus visitantes, ya que contará con fichas descriptivas que contengan información precisa, como el material del que fueron elaboradas y la posible procedencia del mismo. 

“El objetivo a corto plazo es que el MAX tenga más y mejor información sobre las piezas que resguarda; y a largo plazo, la publicación de artículos científicos en colaboración con los investigadores de la UNAM.” 

Estudiantes de las facultades de Física y Antropología de la UV asistieron al MAX y platicaron con los científicos invitados, para conocer el funcionamiento del equipo tecnológico usado para el análisis de las piezas. 

rañan información de materiales arqueológicos 

Oscar de Lucio, investigador titular en el Lancic del Instituto de Física de la UNAM, explicó que el motivo de su estancia de investigación en el MAX fue estudiar varias colecciones de lítica y objetos de piedra en general, con la finalidad de determinar la composición mineralógica. 

“La información obtenida nos ayudará a entender cuál fue la manufactura de las piezas, cómo podemos conservarlas mejor y establecer mecanismos para su preservación, porque forman parte del patrimonio cultural de México.” 

Para realizar estos estudios se ayudan de la física y la química aplicada, disciplinas que permiten tener una diversidad de tecnología de análisis, especialmente técnicas espectroscópicas; es decir, utilizan radiaciones en diferentes longitudes de onda para conocer la composición química y elemental de los materiales, así como algunas propiedades. 

“Entre los equipos que trajimos está florescencia de Rayos X, es una técnica que nos aporta información elemental; Difracción de Rayos X; Espectroscopia de infrarrojo y Espectroscopia Raman, ambas nos aportan información molecular; y Microscopía.” 

En el caso de la figura El Señor de Las Limas, detalló que fue analizada con Difracción de Rayos X, esto es, lo que hicieron fue incidir un fotón de Rayos X en el objeto estudiado, para leer la información que se refleja del mismo. 

“Esto nos permite establecer el arreglo de los átomos en el material que lo integran y, a partir de esto, saber de qué mineral y piedra está elaborado, lo que nos ayuda a establecer un mecanismo de preservación.” 

En la visita participaron cinco investigadores del Instituto de Física de la UNAM y una colaboradora de la Universidad de Campeche, quienes estudiaron tres colecciones –de 10, 14 y 20 piezas– y El Señor de Las Limas

Todas son trabajo en piedra, entre esculturas monumentales, figurillas y algunos ornamentos como cuentas y orejeras, “se trata de una colección muy vasta y variada” dijo Oscar de Lucio. 

Agregó: “A los estudiantes les digo que es una opción para aplicar las ciencias duras (física y química), va más allá del trabajo académico y de estar en un laboratorio, nos permite ir al campo y zonas arqueológicas. 

”Además, es una opción que normalmente no es considerada por el científico, y sobre todo es una aplicación que incide directamente en el patrimonio cultural de México.”