CAFÉ DE MAÑANA Por José Luis Enríquez Ambell

Debemos tener con claridad que el impacto del cambio climático en el mundo no debe tener a la sociedad en su conjunto en una actitud y conducta indiferente, y no debe llevar a las autoridades responsables a una conducta de indolencia social.

Hace unas semanas en Café de Mañana lo dije y comenté: «El Niño y La Niña nos cobrarán factura», pues en «América Latina y el Caribe se conocen bien los cambios repentinos de temperatura», esto debido a las experiencias en vivir con los fenómenos de «El Niño’ y «La Niña» -patrón climático caracterizado por temporadas cálidas, en el primer caso, y un enfriamiento, en el segundo-, y en los dos momentos han pasado factura a más de un país sobre todo en esta parte del continente.

Y es que en ese sentido, la ONU, a través de la Oficina Regional para las Américas y el Caribe para la Reducción del Riesgo de Desastres, desde principios de 2023 informó que la región ha asumido el 53% de las pérdidas económicas globales, relacionadas a estos acontecimientos, por los fenómenos El Niño y La Niña, como en 2022 quedó demostrado, y fue marcado por un fuerte fenómeno de La Niña en países de América, y en algunos casos se alcanzó un 60% superior en lluvias, lo que evidentemente lleva a cualquier país a declarar sus emergencias y esto impacta en la economía en algún momento.

En ese sentido, las condiciones de una intensa sequía o por el fenómeno de La Niña afectan los cultivos, secando ríos e impactado la generación hidroeléctrica, lo que en Veracruz este 2023, en su primer semestre, nos lo cobró en más de uno de los sectores de la producción y hay quienes estiman que haya algunos daños más de aquí a diciembre.

La temporada intensa de calor que se vinieron en las recientes semanas, ahora prevén lluvias torrenciales en el país – OTIS es el ejemplo en Acapulco, Guerrero, y en Veracruz no debemos bajar la guardia en este sentido. Como la titular de Protección Civil, Guadalupe Osorno, lo ha dicho me varios momentos, pues aumenta el riesgo de inundaciones y en los niveles de ríos y arroyos que sabemos que en nuestra entidad incrementan su caudal de manera rápida; pasa de lo rápido a lo veloz, pero sin descontar que somos por ubicación natural un gran colector pluvial al Golfo de México.

Grande es la proporción de daños humanos, materiales y económicos que han causado las afectaciones y catástrofes, en al menos los últimos 25 años, relacionados con el agua y el cambio climático en diversas zonas de México.

En Veracruz, la historia nos refiere que entre los meses de abril y noviembre -información de la Comisión Nacional del Agua-, entre el calor, las lluvias y precipitaciones, ciclones, huracanes y frentes fríos destacan en el origen de los daños que por supuesto alteran cualquier presupuesto y programación financiera en las instituciones de gobierno, y que no sólo nos debe tranquilizar el hecho de ser un pueblo solidario en la desgracia.

En síntesis, estando más caliente el clima se presenta el fenómeno de El Niño, y cuando está más frío de lo normal, La Niña, pero en las dos situaciones revisten la necesidad de alterar los presupuestos públicos, lo que ahora lleva a que se consideren «a tiempo» para enfrentar tiempos difíciles, «estimando recursos al respecto, sino se ocupan muy bien, pero peor será no tenerlo disponible.

DE SOBREMESA

Los ciclones tropicales en sus categorías de depresión tropical, tormenta tropical y huracanes (ciclones intensos), sin descontar frentes fríos, ponen a Veracruz en alerta siempre, de ahí la necesidad de prepararse en todos los sentidos, y los gobiernos con el presupuesto, de por sí en lo ordinario no hay dinero que alcance, ante los golpes de la naturaleza menos, y es cuando todo es urgente ante la emergencia.

UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

Es increíble que ante la devastación que la destrucción por efectos de la naturaleza azota a la población en sus vidas y patrimonio, haya quienes se aprovechan para el saqueo. Bien decía mi abuela paterna (QEPD) doña Albina González Méndez de Enríquez: «las personas buenas siempre harán cosas buenas, y las malas quién sabe». Se entiende la necesidad ante la desgracia, pero no se justifica que haya saqueos y menos que se eviten esas acciones.

UN CAFÉ LECHERO LIGHT DIVORCIADO

Este año las altas temperaturas -fenómeno de El Niño -afectaron en la escasez de agua y apagones en el servicio de energía eléctrica en muchos sitios del estado. En igual proporción -La Niña- en el resto del año, supone quedarse a oscuras ante las tormentas y lluvias que se han pronosticado para este fin de semana en varios sitios de Veracruz.

UN CAFÉ PARA LLEVAR

La ley en materia de Protección Civil exige que los municipios del estado deben contar con el Atlas de Riesgos -actualizado-, y recientemente se mencionó en diversos medios que de los 212 ayuntamientos veracruzanos sólo alrededor de 40 están en regla, pero aún con el mejor Atlas de Riesgo es complejo detener a la naturaleza y sin recursos financieros ni el mejor Atlas nos podrá ayudar.

UN CAFÉ NEGRO VERACRUZANO

Ojalá que los buenos oficios de todas nuestras autoridades estén cerca de Banobras y que esta institución como banca de desarrollo pueda proveer de recursos extraordinarios a quienes desde el sector gobierno lo necesiten ante los vaivenes por los fenómenos naturales, más allá de créditos para obras de infraestructura social programada.

¡ ES CUANTO !

José Luis Enríquez Ambell
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Secretario General de la Federación Auténtica de Trabajadores del Estado de Veracruz (FATEV – JLEG) Registro Federal del Trabajo # 5844 y Director General de la Consultoría y Asesoría Integral AECAI Torre Ánimas en Xalapa, Ver.