FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO.- En la mayoría de las fiestas infantiles en México se mantiene una tradición que consiste en que niños y adultos armados con un palo especialmente adornado para la ocasión pasan con los ojos vendados a intentar golpear una piñata que se encuentra suspendida.
Por lo mismo puede ser muy esquiva a los golpes propinado, siendo parte de la diversión el ver cómo quienes intentan romper a palos esa piñata, al estar cegados reparten golpes en el aire debido a que no saben en donde se encuentra exactamente.
Pues de esa misma manera casi todas las autoridades mundiales, salvo las de los países de extremo oriente, están actuando para tomar medidas no para evitar contagios sino para tratar de administrarlos y así no colapsar sus sistemas de salud, mas hay de ciegos a ciegos y mientras en la mayoría de los países occidentales se fijaron reglas claras y tiempos más o menos precisos de confinamiento debido a que se hizo el esfuerzo de medio saber cuántos contagios había y así tener un conocimiento aunque sea parcial de la evolución de la pandemia.
Mientras que en otros como México la ceguera hasta la fecha es absoluta y lo peor es que es deliberada, ya que el gobierno simplemente se niega a realizar pruebas de detección incluso en personas con síntomas, supe de un caso de una persona que trabaja en Pemex que él y su esposa presentaron síntomas e incluso se supo que su compañero de cabina fue internado por covid19 y la paraestatal se negó rotundamente a practicarle la prueba de detección y solo lo mandó a casa.
Y esa situación se debe no a algo científico como pretende sostener el “epidemiólogo”, ahora más político que científico que todas las noches se hace y nos hace bolas con las cifras que presenta, sino que se debe a que no quieren gastar dinero en pruebas debido a que hay programas sociales consistentes en propinas o limosnas para ciertos sectores de la población que generan votos y que por lo mismo hay que mantener, así como también hay que costear los caprichos del presidente y el dinero no alcanza para todo.
Pero a pesar de esa ceguera reforzada y deliberada el gobierno tiene que hacer creer que está haciendo algo y así como en el caso de la piñata reparte palos a diestra y siniestra que generalmente van a impactar en el aire, pero según su lógica la intención es lo que cuenta.
Y así tenemos medidas que van desde lo más infame como el caso de los poderes judiciales que mejor cerraron sus puertas y se dedicaron a crear filtros inimaginables para no recibir asuntos nuevos y así pusieron guardias exiguas que incluso hasta por teléfono te dicen que aunque estés en peligro inminente de cárcel tu asunto no es urgente y muestra de ello es lo que pasa con los juzgados federales de amparo en donde llegan a tener criterios tan rocambolescos como el que si no sabes que autoridad te persigue, tu amparo es considerado como urgente pero si sí lo sabes y con ello el peligro de perder la libertad es aún mayor, el caso no es considerado como urgente y por lo mismo ni siquiera reciben la demanda y así simulan que nunca fuiste y que por lo mismo nunca te negaron el acceso a la justicia.
Siendo la línea en todos los juzgados locales y federales hacer de cuenta que no pasa nada y la mejor táctica para ello es por ningún motivo recibir un escrito, ya que si lo reciben se obligan a responder o al menos a justificar el por qué no es urgente y eso ya no favorece a sus estadísticas ni a lo que dicen sus mandamases, porque entonces sí quedaría registrado que denegaron el acceso a la justicia y caerían por tierra esas hasta poéticas twitteadas de Zaldívar en las que dice que la justicia no se detiene en tiempos de pandemia.
Por cierto, qué decepcionante ha resultado Arturo Zaldívar como Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo de la Judicatura Federal, ya que cuando comenzó en 2012 sus funciones como ministro de la corte parecía que era prometedor y esgrimió muchos criterios novedosos y de avanzada mas ahora, los criterios de avanzada son para no recibir juicios de amparo y con eso está destruyendo el prestigio que ese juicio fue labrando con el paso de las décadas, ya que de ser un instrumento para frenar el abuso de la autoridad , ahora lo ha vuelto en algo inalcanzable.
También en esa tesitura actúan los hospitales al menos en Jalapa, los cuales están cerrados a piedra y lodo pero que están vacíos y que según personas que conozco no reciben a nadie, ya sea por covid19 o por cualquier otra dolencia y también me he enterado que el supuesto convenio que el presidente anunció con bombo y platillo que consiste en que para padecimientos diferentes a la pandemia, los hospitales privados iban a tender a usuarios de la seguridad social al menos en esta ciudad no existe y lo sé porque dos personas que conozco requirieron servicios de urgencia médica, uno por problemas de próstata y otra por un desajuste en su presión y en el IMSS no los quisieron recibir y tampoco los refirieron a ninguna clínica privada a pesar de que invocaron el convenio mencionado, luego entonces la lógica es la misma, no te recibo y por lo mismo no cuentas ni en el covid19 ni en otras dolencias.
Pero también tenemos medidas ridículas como las que muchos gobiernos locales están tomando, como esa que existe en el estado de Veracruz cierran a la circulación de vehículos los centros de las principales ciudades, como si las brillantes autoridades locales hubieran descubierto que los vehículos automotores son más susceptibles de enfermarse que las personas o la ley seca que en algunos estados como Yucatán pusieron de manera permanente o parcialmente en muchos otros aduciendo que el consumo de alcohol aumenta la violencia familiar, lo cual es más propagandístico que real, porque esa plaga existe independientemente de si se consume o no alcohol y aunque es innegable que el consumo etílico la aumenta en muchos casos, también lo es que el confinamiento por sí mismo la dispara y más en países como México en los que buena parte de la población tiene que trabajar todos los días y al no hacerlo no tiene los medios para subsistir y esa mera circunstancia aumenta la irritabilidad y pongo un ejemplo de lo anterior, el caso en que un niño le insiste a cualquiera de sus padres que requiere algo y ellos por estar confinados no tienen manera de satisfacerlo o la esposa que le dice al marido que necesita para el gasto y el esposo que contesta que no tiene porque no ha trabajado o perdió su empleo debido a que lleva ya tres meses confinado y amenazado de que si sale a trabajar le van a clausurar su fuente de trabajo y así también empiezan a caldearse los ánimos al interior de las familias.
Con estos ejemplos no pretendo hacer una apología de la violencia familiar pero sí considero que el confinamiento tan prolongado es aún mayor generador de violencia familiar que el consumo de bebidas alcohólicas y más cuando los ingresos se reducen a la nada y las necesidades se mantienen o aumentan.
Por ello y para terminar, les cuento que por una vez coincido con un personaje tan vil y negativo como Salinas Pliego, quien dice que ya es tiempo de desapendejarse y salir a vivir la vida con todos sus riesgos y es que tiene razón, la enfermedad se va a quedar en el ambiente y ya no podemos seguir encerrados ni con la economía y la justicia paradas, en estos momentos México ha rebasado en periodo de confinamiento a países que se vieron muy afectados y lo peor es la incertidumbre que nos causa un gobierno que se dedica a ampliar mes con mes el periodo de encierro, cuando ya se sabe que para capotear esta y otras enfermedades lo único que se puede hacer pero que es muy efectivo es tener mucha higiene y está comprobado que una buena lavada de manos es más efectiva que bozales, máscaras, encierros y por supuesto que cierres de ciudades y otros palos de ciego que los gobiernos dan.
Twitter: @FelipeFBasilio