Por Francisco L. Carranco.- Una mujer ataviada con un vistoso huipil recorrió las calles de la Ciudad de México, una madrugada, en una bicicleta, buscando llegar al imponente Palacio Nacional mexicano, ahora una fortaleza impenetrable donde vive, trabaja y emite la “mañanera” el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Sola y, con una resolución de la Suprema Corte de Justicia, la mujer llegó a la puerta Mariana del Palacio Nacional. Nadie le impidió el acceso, soldados y guardias ceden el paso y ella camina directamente y toca a la gran puerta.

No perdió la sonrisa y siguió, repetidamente, tocando a la puerta, pero nadie abrió. Una centena de reporteros atestiguan la acción y se arremolinan alrededor de la mujer, que resulta ser la senadora de la república, Xóchitl Gálvez, quién pretendió ejercer su derecho de réplica ante una alusión que el presidente dedicara en una mañanera, acusándola de que ella aboliría los programas sociales y otros asuntos de carácter político y de interés nacional.

Adentro avisado, seguramente, de la intención de la Senadora, la indicación fue que no pase: o lo que es lo mismo ¡no abran la puerta!, así se presume la instrucción.

Esa decisión de alguien, del Presidente, de sus funcionarios o de sus asesores, de la arrogancia, del autoritarismo, la indiferencia o, quizás, del despreció presidencial sobre esa representante del pueblo que quería replicar los señalamientos que el ejecutivo había vertido sobre ella, propició el ambiente de tensión, fijó la postura del ejecutivo sobre que, comparativamente hablando, la senadora no es nadie y, se pudo pensar, cuando exigiendo un derecho al Presidente de la República, la puerta permaneció cerrada.

Ooooh, qué gran error de la 4T, la insignificante indiferencia mostrada por el aparato presidencial sobre esa mujer que, desde la humilde petición de ejercer un derecho, se ha convertido en la pre pre candidata de la oposición real al partido en el poder y ha cimbrado a todo el oficialismo, incluidas las Corcholatas y al propio ejecutivo de que una mujer del pueblo y fuera del oficialismo, les arrebató la atención de los medios, aceleró las acciones en la oposición que ya vieron, en esa aguerrida mujer, a una genuina representante con muchas y verdaderas posibilidades de competir por la candidatura presidencial.

El debilitamiento de las pre pre campañas políticas electorales de las Corcholatas, ante el surgimiento y la embestida de la Senadora, con el discurso contestatario contra el Presidente, gana los espacios noticiosos, y se vuelve tendencia en el gusto del público que le interesa conocer y seguir a esa mujer que, cuyo interés político personal era contender por el Gobierno de la Ciudad de México, no por la presidencia.

Pero, ese desplante recibido en la Puerta de Palacio Nacional, la ha convertido en un fenómeno político que atrajo la posibilidad de que el pueblo mexicano la vea como la posible candidata del Frente por México, constituido por la alianza de los partidos políticos que contenderán en los comicios de 2024.

La respuesta de las organizaciones privadas y sociales, los medios informativos, los grupos políticos, empresarios, Partidos Políticos y la propia ciudadanía, repentinamente, cobijan y apoyan las acciones de Xóchitl, porque se yergue como una ciudadana representante del pueblo que enfrentó un portazo en la nariz y cuyo costo de ese agravio, al parecer, sería ser la candidata presidencial de la oposición, dentro de los márgenes de la ley. Ahora Xóchitl es una pre precandidata con el apoyo de los partidos opositores, adversarios de la 4T, la ciudadanía y muchos simpatizantes a lo largo y ancho del país.

Qué estaría sucediendo y cuál sería la realidad política en el contexto nacional si a Xóchitl no le hubieran negado la entrada a Palacio Nacional, en aquella Mañanera????