Roma.- El Papa Francisco expresó a la Iglesia en México su pésame por el fallecimiento del Cardenal Sergio Obeso Rivera, Arzobispo Emérito de Xalapa y pidió a Cristo que “le otorgue la corona de gloria que no se marchita”.
El Cardenal Obeso Rivera falleció ayer domingo a la edad de 87 años. Será sepultado mañana martes en la Catedral de Xalapa.
En un telegrama enviado al Arzobispo de Xalapa, Mons. Hipólito Reyes Larios, el Santo Padre expresó su “sentimiento de pesar” y le pidió “que tenga la bondad de transmitirlo también a los familiares del difunto Prelado y a cuantos forman parte de esa Arquidiócesis”.
“Recordando a este abnegado pastor que, durante años y con fidelidad, entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, ruego por el eterno descanso de su alma. Que el Señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita. A todos imparto la bendición apostólica”, concluyó el Pontífice.