El presidente Andrés Manuel López Obrador propondrá al Senado de la República a Omar Fayad Meneses, exgobernador priista de Hidalgo, como embajador de México en Israel.

Fuentes de la Cancillería confirmaron que el gobierno ya decidió el nombramiento del exgobernador Fayad, aunque el trámite apenas va a empezar.

Con la propuesta, Fayad se sumaría al grupo de exgobernadores que son enviados al Servicio Exterior una vez que el candidato de Morena se impuso en los estados que dirigían. Entre ellos están Quirino Ordaz, de Sinaloa; Carlos Joaquín, de Quintana Roo; Carlos Miguel Aysa, de Campeche, quienes fueron enviados como embajadores a España, Canadá y República Dominicana, respectivamente. Todos ellos fueron reconocidos por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el caso de Claudia Pavlovich, exgobernadora de Sonora, fue designada cónsul en España luego del triunfo del morenista Alfonso Durazo, quien la relevó en el cargo.

Estos nombramientos se suman a una veintena de personas afines a la llamada cuarta transformación, ajenos al servicio diplomático, como lo dio a conocer el pasado 22 de mayo.

La designación de Fayad será sometida a la consideración de los senadores a partir de septiembre próximo cuando inicie el nuevo periodo de sesiones.

El artículo 89 de la Constitución establece en su inciso tercero que entre las facultades y obligaciones del presidente está el “nombrar, con aprobación del Senado, a los embajadores, cónsules generales”, entre otros cargos.

El 5 de junio de 2022, el morenista Julio Menchaca arrasó en las elecciones para gobernador frente a la priista Carolina Viggiano en una proporción de dos votos a uno para terminar con la hegemonía que el PRI tenía en el estado desde 1929.

Antes y después de esos comicios, Fayad Meneses se confrontó con el presidente nacional del PRI, su partido, por la designación del candidato del tricolor, ya que el exgobernador apoyaba a Israel Félix Soto, quien es presidente municipal de Mineral de la Reforma.

Apenas el 23 de marzo pasado, el exgobernador de Hidalgo acusó a Alito Moreno, presidente del PRI, de convertir al partido “en su feudo, imponiendo liderazgos basados en amenazas, favores políticos, nepotismo y prepotencia”.