POR: Francisco L. Carranco.- La decisión de Tatiana Clouthier para separarse del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, pudiera ser una de las alertas que se encienden en torno a la conformación del gabinete presidencial o simplemente evidencia que no todos comparten el estilo en la toma de decisiones del Presidente electo, unos callan y se aguantan y otros, como la dama en cuestión, pone una sana distancia con el Presidente electo.

Congruente con su formación política y la personalidad férrea que demostró dirigiendo la campaña de AMLO, así como la forma de defender en el debate las propuestas del otrora candidato a al presidencia, la Clouthier, definió ser la mujer de las confianzas de Andrés Manuel, pero, por supuesto, que sólo en las acciones de campaña y asuntos políticos, la coordinadora designada como subsecretaria de Gobernación encargada de política interna del país, declinó ese nombramiento por presuntos motivos personales.

Creo que el asunto no está del todo claro y Tatiana, definitivamente, rechaza el cargo por otros motivos que, seguramente, conoceremos cuando el Gobierno, de López Obrador, empiece a funcionar. El primero de diciembre dará inicio la caída de los ideales alrededor de la realidad que le tocará transformar al gabinete presidencial y, a partir de ahí, se evidenciarán las inconformidades y los acuerdos del nuevo régimen.

Pero en el asunto de la dimisión al puesto, la historia registra un desaguisado entre Tatiana Clouthier y Andrés Manuel López Obrador, por la designación de Manuel Barttlet para encabezar la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en aquella ocasión, Tatiana, dijo “No es la mejor opción” ese hecho que pudiera haber quedado como un comentario, quizás, a título personal por ciertos resentimientos de su familia contra Barttlet, generó una diferencia polémica con el candidato electo que, de inmediato, reaccionó contra su ex coordinadora de campaña, “Respeto su opinión, dijo, pero, No la comparto” enfatizó, AMLO.

Esta diferencia de opiniones entre Tatiana y AMLO, se dieron a casi un mes de la elección y el reconocimiento de que Andrés Manuel había ganado las elecciones, en ese lapso el gabinete se estaba conformando y se esperaba que Tatiana Clouthier, fuera designada como Secretaria de Desarrollo Social, sin embargo, los nombres que se empezaron a mencionar para esa y otras secretarias de despacho el nombre de la ex coordinadora de campaña no aparecía en el primer círculo.

Días después, el mismo AMLO anuncia que Tatiana su poderosa asesora, confidente y coordinadora de campaña, fue elegida para una subsecretaria, es decir, un puesto importante pero que la ubica en el segundo círculo del gabinete, para muchos de los observadores y analistas políticos esa posición no correspondía a la entereza y compromiso que Tatiana había aportado a la campaña y se señaló que esta posición la estaba relegando y que AMLO prefirió dar el apoyo a Manuel Barttlet, el cuestionado y próximo Director de la Comisión federal de Electricidad, que nombrar en su círculo cercano a su ex coordinadora de campaña.

Grillas van y gruillas vienen, lo real es que Tatiana Clouthier, después de un excelente trabajo en su misión de ganar las elección del 2018, fue víctima de un arrebato del presidente electo que no resistió una probable presión de los aliados de Barttlet en el gabinete o una mala apreciación de su asesora que con los comentarios vertidos sobre el nombramiento de CFE y las declaraciones de la misma Tatiana con relación a que AMLO no entendía bien las figuras de la Sociedad Civil organizada, o también, otro desapercibida postura mediática, cuando se refirió estar en contra de la designación de Napoleón Gómez Urrutia como candidato plurinominal al senado de la República, habrían llevado a que, la ex poderosa dama de la campaña, haya caído de la gracia del Presidente electo.

Nadie nos podrá decir que es lo que en el fondo pasó, pero, ese distanciamiento entre las figuras centrales de la campaña, evidencian que la figura presidencial seguirá siendo única y todopoderosa, sí se llegara a comprobar que la dimisión de Tatiana correspondió a una grilla, en el seno presidencial.

Por otro lado, pensamos que la propia Tatiana al reivindicar su lucha y la trayectoria que tiene para servir a la política, en un hecho congruente al ser relegada del primer círculo, optó por declinar la invitación presidencial, sí es así y como lo mencionó en su twit, Tatiana, es más valiosa en la Secretaría de Desarrollo Social, por ejemplo, que irse abandonada a una curul en el Congreso, sólo a la espera de las instrucciones que emanarán del Palacio Nacional.

No puede seguir siendo opositora en un régimen antagónico a sus principios y con rivales muy cercanos al presidente, que dejó de oírla y de consultarle sus opiniones porque no las comparte, por ello en un acto de congruencia, insisto, declina la invitación, para ir servir a su país desde la diputación y, en sus tiempos libres, estar con la familia.

Sin embargo, Tatiana Clouthier, tiene un gran capital político que seguramente sabrá utilizar para no dejarse olvidar del régimen que la puso en el congreso, en ese rincón donde los amigos la abandonaron, al menos que, ella sea la coordinadora de los diputados de Morena en la Cámara y, en el próximo proceso electoral reaparezca como candidata al gobierno del pueblo que la ha acogido: Nuevo León o su estado natal: Sinaloa, sabremos la razón de su decisión.

El destino y futuro de Tatiana Clouthier no está escrito, faltan muchas batallas políticas, y las más importantes se darán dentro de las filas del actual partido que ahora milita, el tiempo pone todo en su lugar.

Las razones de Tatiana, las verdaderas, sólo Tatiana las sabe y, el silencio de AMLO, hace más ruido que si él hubiera salido a los medios a informar que Tatiana iría al Congreso, en lugar de observar y aceptar que, efectivamente, son asuntos familiares y no grillas, ni destierro del primer círculo de gobierno, lo que obligó a Tatiana a dejar el gabinete de Andrés Manuel López Obrador.

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