POR: Francisco L. Carranco.- Sin mucha importancia ni trascendencia, el 2do informe del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha pasado desapercibido en el contexto social de la nación, opacado, quizás, con temas que sobresaltan a los ciudadanos, por ejemplo, la permanencia y avance de la pandemia y la violencia interminable en el país, así como los daños provocados por fenómenos naturales en el sureste mexicano.

Sea lo que sea el informe, del Presidente de la república cumplirá con el mandato presidencial de informar al pueblo sobre el estado que guarda la administración pública, avances y retrocesos de las políticas públicas instrumentadas en su gobierno para intentar un tibio desarrollo en el país que, sea lo que sea, se haya avanzado, pero, no se nota, por temas torales que agobian a México.

Por otro lado, el informe cualitativo a la sociedad sobre el ejercicio realizado en 2020, tiene que ver, directamente, con las promesas hechas en campaña, por el presidente y, que, desde 2019, ha tratado de explicar cómo se deben de interpretar sus continuos retrocesos a juzgar hechos pasados y echarle la culpa a los adversarios que, según él, opacan los beneficios realizados con programas populistas, clientelares y que poco ayudan, verdaderamente, a eliminar la pobreza y dotar de mejores condiciones de vida a los mexicanos.

Sin duda, insisto, deben haber resultados positivos en algunos sectores como el de Salud, donde el 2do. Informe refiere el aumento de 40 mil millones de pesos a las instituciones de salud, cifra muy interesante para la precaria situación que guarda en lo general el sector, donde la inversión esa que anunció y otras, que pudiera realizar, no serán suficientes para paliar la crisis sanitaria que ha agobiado y mantenido la salud de los mexicanos en un riesgo continuo, con millares de muertos cada dia e insuficiencia de medicamentos e infraestructura para cumplir el derecho a la salud que requieren los mexicanos y, sobretodo, los más vulnerables.

El COVID-19 sigue siendo la piedrita o piedrota en el zapato de la investidura presidencial, que ha mermado la productividad y el equilibrio económico de los mexicanos por los confinamientos que se tuvieron que llevar a cabo para tratar de detener la epidemia del coronavirus y que obligó a los establecimientos comerciales a cerrar, así como a las empresas, comercios, industrias y negocios de todo tipo.

Las medidas adoptadas sirvieron de nada en un país catalogado como el peor gobierno, a nivel mundial, para detener los contagios de COVID-19, con un vocero oficial sobre el avance de la enfermedad que no reporta más que el aumento diario de contagiados y fallecidos por ese mal. Asunto que enoja al Presidente.

Una semaforización engañosa que confunde a los mexicanos, porque la información oficial tiene graves altibajos y se comparan los datos a nivel general el país, cuando cada región, cada estado, tiene su propia problemática a niveles locales que los hace frágiles en el manejo del mal.

Asociado a este grave problema el Presidente informará a México los resultados dentro del contexto económico más adverso que el país ha tenido en los últimos años, mismo que los especialistas consideran como un “Crisis Histórica” por ser algo nunca visto, obviamente, no es ineficiencia en el gasto e inversión pública, sino, por impacto causado por la Pandemia de COVID-19 en México y el mundo en general. La estrategia contra el virus es lo que ha fallado.

Estas dos crisis la económica y la de salud por coronavirus han disminuido al Gobierno de López Obrador, que, a pesar de este crítico contexto, habrá de informar dentro de los flagelos equiparables a la Pandemia y crisis financiera, que es la imparable violencia y los actos de corrupción que siguen apareciendo y donde se involucra a funcionarios y a alguno de sus familiares, que ha generado mucho coraje contra los que él considera adversarios.

La crisis política, otro problema, que el Presidente tendrá que abordar de alguna forma en su informe debido a que es inminente la urgencia y necesidad de mantener la cámara para que el gobierno lopezobradorista se mantenga con una ventaja y confianza como sostén del gobierno presidencia de quién informa.

Ello con la gran discrepancia que existe entre las tribus de MORENA, que están en pleno conflicto, tratando de anteponer sus preferencias y mantener sus cotos de poder y tratar de agenciarse del gobierno mexicano en manos de grupos que no saben hacer política y pretenden aprender comprometiendo al país a una debacle política por ambiciones enfermizas.

El 2do. Informe de Gobierno, del Presidente López Obrador, tendrá que rendir cuentas sobre la violencia y “Guerra contra el narcotráfico” iniciada por Calderón, pero que no tuvo control con Peña Nieto y menos con el actual Presidente, donde el número de homicidios y, al alto índice de inseguridad, acusa ineficiencia de las autoridades policiales.

Los números, en lo que va del sexenio, sólo han sabido aumentar, sobresaliendo, los feminicidios y homicidios dolosos donde 17 estados de la república destacan por esos ilícitos según el Sistema Nacional de Seguridad.

Con esos datos, el Presidente tratará de dar un mensaje de tranquilidad a los mexicanos exponiendo logros en materia de seguir, como dice el spot publicado sobre el tema y donde se asegura que el país se está pacificando cuando las estadísticas dicen otras cosas.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, asegura, que se está logrando la pacificación de México con una estrategia distinta a la utilizada por las administraciones anteriores. En un video de 30 segundos, el jefe del ejecutivo federal se pronunció en contra de la corrupción y de la conclusión de servidores públicos con los criminales, cosa que en la realidad no ha terminado.

Finalmente, la consolidación de la 4ta. Transformación, planeada para  el segundo año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no ha llegado, no se sabe si inició o está en proceso, pero las estadísticas están ahí y la realidad también. Toda la información sobre los asuntos dela administración lopezobradorista, se sabrá este 01 de diciembre, desde Palacio Nacional a las 5pm.

Suburbio 1

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