Carlos Alberto Duayhe Villaseñor.- A unos cuantos días de haber presentado su primer o tercer informe de gobierno, el jefe del ejecutivo federal –con todo el poder que ello implica- ha sido objeto de toda clase de críticas positivas o descalificatorias en lo que lleva de gestión.

Y como antes ahora, una buena parte de la ciudadanía, en términos generales, está muy atenta del acontecer público mientras no le suban o impuestos o se encarezca la vida más de lo que llevamos.

Eso sí, las campañas masivas de comunicación en torno al ejercicio de gobierno de diciembre a septiembre están de no parar, más ahora que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que el suyo no es un mero cambio de gobierno, sino de régimen, lo cual es válido, pues en algo sí tiene muchísima razón, era urgente poner en orden, simplemente en orden, muchos aspectos del ejercicio de poder y cuyos excesos en beneficio de pocos en un país de 130 millones y creciendo, son  muy conocidos.

Si acaso una sugerencia al propio ejecutivo es que no se pasen de tueste con tantos y tantos spots de una sola voz, la suya, porque de lo que se trata no es dar consejos o buenas razones, sino informar de lo que se está haciendo.

Por ejemplo, insistir en el fin del neoliberalismo o que sus antecesores vaya que la regaron en muchos aspectos –y la siguen, si no ver las frivolidades de Fox, el mismo Calderón y de Peña, vaya ni decimos- está por verse, lo importante en todo caso lo que urge al país como son los temas centrales de la agenda: seguridad, educación y crecimiento y desarrollo, sea esto como se pueda medir.

De pasó eficientar en la medida de lo posible la procuración de justicia y la aplicación de la justicia, temas que por múltiples razones son de primera relevancia porque implican estabilidad y paz social y por consiguiente inversiones internas y externas.

Ha quedado claro que en México la política lleva mano sobre la economía, de eso ya encargó el presidente desde que canceló la construcción del nuevo aeropuerto, reordenó Pemex incluida la rehabilitación de las seis refinerías que hay y la nueva que se hará en Dos Bocas, el corredor transístmico y el tren maya, la urgencia de atender el sureste por encima del privilegiado centro y norte, en fin, tareas vaya que tiene el tabasqueño.

Atraques:

  1. Urgen acciones en pro de los derechos de las mujeres y niños más eficientes y constantes porque pueblo bueno o no, vaya que estos sectores se llevan la peor parte.
  2. No se diga de la protección a la naturaleza y al medio ambiente, a los ojos del mundo y a los propios vaya que no andamos bien, incluido Pemex, la industria azucarera, entre otras ue contaminan a veces con todo y ya ni se diga del manejo de basuras en municipios y la contaminación a todos los cuerpos de agua, o casi todos.
  3. Lo que si falta en todo el país es seguir uniendo Golfo y Pacífico a través de ferrocarril, aquí si norte, centro y sur.