Jorge Coria es un apasionado de la fotografía y del cine. Solitario, camina siempre. Conoce a la perfección el Estado de Veracruz en donde a sus 62 años ha visto y vivido de todo, inclusive a costa de riesgos. Sus fotografías son periodísticas y van a la par de su expresión artística. Posee uno de los archivos de la vida veracruzana y cordobesa, donde reside, que ninguna instancia cultural o estatal han aprovechado.

Lugares, rostros, hechos, arte, todo en su mirada, en su vista, en el secreto de la vida que es accionar la cámara, como dice, en el instante preciso, o precioso.

Carlos Alberto Duayhe Villaseñor. araucariadigital.com

-¿Cómo iniciaste tu actividad profesional?

-Descubrí la fotografía cuando Efrén Coria me llevó a trabajar a Foto Díaz, siendo un adolescente. Después conocí al maestro Yovy Morales, tomando fotos en un recital; me acerqué a solicitarle me prestara su cámara, una Minolta Srt.303; luego me invitó a ser laboratorista del recién fundado Diario 2001 en Córdoba, Veracruz, el primero de color en el estado.  Allí conocí a un gran amigo y persona, Mario Villanueva, quien me motivó, me proveyó de equipo y siempre me apoyó en mi carrera. En ese diario inicié mi carrera en el fotoperiodismo que de una u otra forma sigo haciendo.

-¿Quiénes han sido tus maestros y compañeros fundamentales?

-Sin Duda Yovi Morales, Mario Villanueva, aquí en Córdoba. Luego ingresé a la Casa del Lago, en la Ciudad de México, con el maestro Lázaro Blanco.

También, cuando tomé fotos en el Beisborama de Córdoba, conocí al maestro Rogelio Cuellar, quien venía trabajando creo que para el Esto. Por cierto, aquí en Córdoba tuve excelentes compañeros fotógrafos: el gran Paco Andrade en Sociales, nadie como él; en policíaca Roberto Bob Amaro así como como Don Lino Ávila, gran fotógrafo de la vida política cordobesa y veracruzana, influyeron en mi profesión.

-¿Qué experiencias profesionales han determinado tu carrera?

-Ya en terreno laboral haber trabajado al lado de grandes reporteros veracruzanos como Joaquín Toriz, Luis Enrique Reséndiz, don Arturo Carretero Lara; directores como Guillermo Scully y el doctor  Don Othón Arroniz; Rubén Calatayud  y mi amigo Aquileo Rosas, todos ellos ya fallecidos. No puedo olvidar en el Diario 2001 a Martha Zilli y al doctor Gustavo Alacio. Luego en el Sol del Centro a Juan José Contreras Lara, Nicolás Rico Bañuelos y Eduardo Garzón. Pero hubo uno que no sólo fue en lo periodístico sino en todos los ámbitos culturales. Mi gran amigo Raúl Torres Jiménez, que ahora radica en Madrid, gran apasionado del cine por cierto, con lo cual me identifico. A todos ellos -y los que no mencioné- les estoy muy agradecido por estas experiencias a su lado.

-¿Qué expectativas ves a tu carrera en la era digital?

-Que ya todos los que tenemos un Smartphone somos fotógrafos. La era digital así lo exige para las redes sociales. Por su inmediatez cualquiera puede subir fotos y videos a las redes. Inclusive hay quien las compra. Así siempre tendrán imágenes pero no un fotógrafo. Para libros y publicidad se requieren de profesionales de la lente, no fotos de celular. A pesar de que varios diarios y revistas impresos y digitales han prescindido de sus fotógrafos, no será igual el ojo y el momento decisivo de apretar el disparador no lo hacen todos a pesar que digitalmente puedes tomar miles de fotos.

-¿Cómo ves el pasado, presente y el futuro de tu actividad?

Quien usó película de 36 exp te lo puede decir. Y lo que ves digital es demasiado alterado. Las cosas no son como las presentan ya que casi todo lo hace el celular y el software. Nuestra realidad es otra.