POR: Francisco L. Carranco.- En una reunión de cabildo, en la ciudad de Xalapa, donde el director de obra pública municipal rindió su informe sobre un paquete de obras realizadas en la periferia de la ciudad, le resultó una incómoda exhibida por el mal trabajo realizado o la ineficiencia en la ejecución de las obras que, lo que haya sido, lo dejó muy mal parado con el ayuntamiento en pleno.

José Eduardo Robledo y Landero, todavía hasta hoy director de Obra Pública municipal,  es un funcionario que aún no aclara su experiencia en el desarrollo de la obra pública o su inexperiencia para entender los programas derivados de las política públicas para resolver los problemas ciudadanos de la obra pública.

Varios integrantes del cabildo habían protestado, por las críticas al director que no son nuevas y el trabajo ha venido a menos según los regidores que cuestionaron la ineficacia del director por la falta de compromiso o la indolencia con que el señor director trata de realizar su trabajo y cumplir con los compromisos de la comuna Xalapeña.

El regidor, Osvaldo Martínez Gámez, dijo, que las obras son de mala calidad y que, respecto al término, éste está a punto de vencerse, ya que es el 31 de marzo cuando se deben entregar las obras, según las adecuaciones del FORTAMUN.

Y puso como ejemplo una construcción en el Tronconal donde los trabajos están reportados como trabajos de mala calidad,  banquetas incompletas y guarniciones inservibles; los vecinos dijeron que hay cocheras que dejaron sin entrada a los vehículos y entradas donde no hay portón y otras cosillas de mala calidad.

Obviamente, las constructoras salen a relucir y se les acusa de falta d experiencia, por lo que le echan la culpa de los malos trabajos, pero, como encargado de la Obra Pública municipal, él resulta con la responsabilidad por haber seleccionado a la empresa constructora según manifestaron los colonos.

La presión de las criticas hicieron que Robledo apechugara la culpabilidad, porque en el paquete de culpas salen a relucir la anomalías de los supervisores y su falta de control, lo que permitió que las obras se hicieran mal y de mala calidad ¿con moche o sin moche? No se sabe.

Pocos argumentos expuso en su defensa, el Director de Obra Púbica, que no fueron suficientes para diluir la presión de los representantes de los xalapeños por la mala realización de la obras, y un informe bastante escaso que evidenció que para la reunión subestimó a los regidores y pensó que saldría bien librado. Las cosas fueron a la inversa y se vio como un Director débil con una responsabilidad enorme ya que la Obra Pública Municipal es uno de los programas que más beneficios otorgan a los ciudadanos.

Los regidores tienen cifras que no cuadran con las que presentó del Director de Obra Púbica, aunque el propio Robledo y Landero, afirma, que las obras están casi terminadas y se entregarán en tiempo y forma, o sea entre 15 o 16 días.

Mientras esto sucede o no suceda, la imagen del ayuntamiento salta a escena mediática y compromete al Alcalde, Hipólito Rodríguez Herrero, que al evaluar los trabajos de los supervisores desatiende su trabajo como edil, cosa que no le corresponde al munícipe, puesto que no es su función, para eso le pagan a Alberto Eduardo Robledo y Landero, ese director que no está haciendo bien su trabajo y pronto empezará a buscar culpables.

El presidente municipal, bien señaló que si hay mala supervisión habrá sanciones y cargar responsabilidades de quienes están fallando, ya no es posible, porque el mal funcionamiento de sus funcionarios de primer nivel compromete a todos, el ayuntamiento en su conjunto y, principalmente, al Presidente Municipal, cuando los culpables del mal trabajo de la administración municipal son los directores.

Acciones contundentes tendrá que aplicar el alcalde Hipólito, porque ya hay varios directores que le están quedando a deber, con su trabajo, a los xalapeños, quienes ya están concluyendo las suspicacias de que los baches de la ciudad que inundan las principales avenidas, calles y arterias, son culpa de la ineficiencia de los trabajadores de obra pública y su principal director Alberto Eduardo Robledo y Landero.

Las cifras millonarias que están bailando provocan lo más grave de las ineficiencias que un pueblo puede recibir, obra pública inconclusa, obras mal hechas, obras de relumbrón y lo más grave SUBEJERCICIO de recursos que echan al traste cualquier trabajo realizado positivamente que pudiera realizar el ayuntamiento.

¡Que lamentable! Pero lo lamentable fue la expectativa que provocaron él y otros directores en la elección para acompañar a los ediles en la parte operativa de las políticas públicas del Ayuntamiento. A veces, los amigos fallan y los recomendados también.

Suburbio 1

Acaso la inseguridad en la entidad, ¿…es un reto?