POR: Francisco L. Carranco.- Marejada mediática, así se pude calificar la oleada de información que cubren los noticieros, periódicos, redes sociales, los pasillos y calles, restaurantes y “break” en la oficinas de las ciudades, los gritos de alarma, la incertidumbre, loa agoreros del mal y el amarillismo desbocados en el país gritan, por fin, el Coronavirus está en México.

La noticia casi paralizó las actividades del viernes pasado al confirmarse, en Tamaulipas, el primer caso de esta agresiva enfermedad que tiene a los países asiáticos al borde de la pandemia mundial que emergió en China y se disemina por el mundo, por causas aún inexplicables, pero, que rola por el planeta esa mutación del virus que causa daños respiratorios en los seres humanos.

Por dos meses, más o menos, toda la humanidad ha seguido muy de cerca la información de la neumonía atípica que se convierte en Covid-19 esta enfermedad que, cabe decir, no es nueva sino que nueva es la mutación que ha sufrido, el virus, que es lo que la hace expectante y agresiva, porque no hay respuesta médica inmediata para controlar dicho contagio, el Coronavirus es una degeneración muy violenta de neumonía con síntomas muy diferentes a la enfermedad que conocemos.

El México el caso de la epidemia en China se veía muy lejos, pero ya está aquí, en menos de dos meses se han detectado cuatro casos positivos y varias sospechas de otros que, finalmente, son rinovirus e influenza, que en un momen inicial to pareciera, por los síntomas, ser el temido Coronavirus.

El saber que ese virus ha dado positivo en nuestro país, confronta la información consumida por los noticieros e informativos que nos habían mantenido al tanto; tanto, que fabricó especialistas y expertos en la materia para interpretar, comentar y analizar los pros y contras de la enfermedad, pero, en China no aquí en México, esto trajo como consecuencia varios escenarios que los mexicanos empiezan a sufrir desde el mismo 28 de febrero, día en que se confirma en primer caso de Coronavirus en el país.

Toda la elocuencia con que en la oficina o café alardeaban conocer sobre la enfermedad, ahora que está en México, al igual que el resto de la población también se infectaron de miedo, ignorancia e irresponsabilidad causando expectación sobre lo que creen que pasara en la ciudad o centro urbano donde habitan.

La especulación sobre las consecuencias derivadas de chismes y patrañas convierte las mentiras y creencias en  realidad que rompe y conflictúa la mente ciudadana que, después de conocer la evolución diaria de la enfermedad, sus alcances, malestares, estadísticas buenas y malas, así como  los avances en el control y soluciones médicas para curar a los enfermos, éstos, entran en susto y se vuelven multiplicadores de miedos y otras estupideces provocando crisis y caos como las compras de pánico realizadas en Culiacán, al conocerse el segundo caso de Coronavirus en el país.

Los alimentadores de desastres como son los noticieros televisivos, periódicos, cadenas radiodifusoras y las propias redes sociales, alarman y confunden al sus respectivos públicos a los que horrorizan y tratan de convertir, como zombis, a ciudadano xenófobos, como los habitantes de Cozumel, que se apostaron afuera del crucero a gritarles que no los dejarán bajar y que se fueran de la isla.

O los hipocondriacos políticos del gobierno actual, que toman la bandera del Coronavirus para esconder todas las ineficiencias y los problemas sociales que la gestión oficial pretende minimizar eventos políticos de protesta como son las marchas de las feministas, este 8 y 9 de marzo, donde las mujeres no saldrán a trabajar, ni al súper, ni a las escuelas ni nada para que en un esfuerzo conjunto todas presionen al gobierno para exigir paz, tranquilidad, seguridad y acabar con la violencia que mata mujeres.

Sea lo que sea la epidemia en México que ha confirmado sólo 4 casos positivos confirmados en Sinaloa, Coahuila y Estado de México, 46 casos negativos en 11 estados y 8 sospechas en otros estados incluidos Veracruz, con enfermos que presentaron sólo síntomas parecidos, provocados por hipertensión y tabaquismo.

La psicosis provocada el fin de semana por la súbita aparición del COVAID-19 cubrió de nerviosismo a todos los habitantes de este país, afortunadamente la Secretaria de Salud confirma que los casos detectados de la enfermedad no son considerados, en ningún  momento, casos de emergencia nacional porque están detectados y siguen el protocolo acorde a los estándares internacionales que la OMS dicta sobre el Coronavirus.

Alerta si, cuidados y prevención hay que acentuarlos, sobretodo, en personas adultas y mayores, intensificar las instrucciones que el sector salud está emitiendo continuamente, seguir esa información para no lamentar especulaciones que provoquen falsas historias, como la que apareció en la ciudad y puerto de Veracruz en redes sociales que se habían detectada casos positivos de la epidemia, que ya fueron aclarados y que no es chistoso alarmar a la ciudadanía.

El aparato del gobierno estatal en voz de sus Secretarios dijeron estar preparados para una contingencia mayor en caso de brotes sorpresa, incluidos el sector salud federal que habilito estrategias de atención y revisión de personas que pudieran tener dudad sobre otros padecimientos, como la influenza y si quieren ir a los hospitales para descartar cualquier situación anómala.

  En fin con, serenidad y paciencia, revise toda la información que el sector salud difunde y acate cualquier instrucción preventiva para evitar la propagación desinformación falsa, redoble su cuidados personal y el de sus familiares sobretodo si hay mayores de edad con enfermedades degenerativas y ante cualquier duda llame a su médico o asista aún centro de salud pública.